El estancamiento continúa
El año 2023 fue muy malo para la economía. No se registró una situación similar desde el Fenómeno del Niño de 1997, que fue causado por factores naturales. La recesión ha sido consecuencia de la ineptitud de los últimos gobiernos (léase Vizcarra, Sagasti, Castillo, y el actual). Desde agosto pasado, en "Detrás de la cortina" junto a otros especialistas, vengo advirtiendo esta situación.
Han habido errores, y se ha puesto en riesgo de la credibilidad del país. La política está generando un daño severo a la economía. Existe descoordinación, se toman decisiones que no promueven su crecimiento. No se plantean ni mucho menos se ejecutan reformas efectivas, no sé ha escuchado las alertas, y además hay problemas en la formulación de las políticas púbicas. Por esta razón, creceremos 2% el 2024.
Como hemos dicho, si bien es importante darle buenas noticias a la población, también es necesario ser realista. Se hicieron una serie de anuncios como la promesa de aumentar el sueldo mínimo vital, la inversión de S/1,700 millones para afrontar el fenómeno "El niño Global", la construcción de nuevos hospitales en seis regiones del país, la modernización del transporte en Lima, y un fuerte desembolso para impulsar el programa Con Punche Perú. Son ofrecimientos difíciles de cumplir.
Lo primero que cabe preguntarse es cómo se financiarán las promesas, porque estamos en una situación complicada con el déficit fiscal de 2023. Se podrían efectuar generando más deuda o más impuestos, y habría que ver la disponibilidad de recursos, porque el gobierno no tiene capacidad de ejecución y va a tomar mucho tiempo reconstruirlo.
Es “populista” el anuncio relacionado a un próximo aumento del sueldo mínimo vital y ha sido una promesa inoportuna. Sabemos por experiencia que si estos temas no son bien estudiados y analizados, pueden hacer daño a la actividad comercial - industrial formal, y aumentar la informalidad.
Al contrario de lo que dice, el gobierno afirma que la caída del 2023 se debe a factores transitorios y externos ¿Miente el ministro de Economía?
Los gobiernos de Humala, Vizcarra, Castillo y el actual han recurrido a esta excusa para justificar el bajo crecimiento económico. Sin embargo, es hora de dejar de lado esa retórica. Por ahora, todavía tenemos reservas internacionales de 70 mil millones de dólares, un sistema bancario sólido y una inflación baja.
Estos son factores positivos que pueden ser aprovechados para impulsar el crecimiento económico. Debo recordar que en el 2009 el crecimiento económico peruano se redujo a -1% por factores netamente externos; la crisis financiera mundial. Sin embargo, al año siguiente, en el 2010, el crecimiento fue un PBI de 8.5%, lo cual demuestra que la economía peruana tiene el potencial de crecer a tasas sostenidas. Por lo tanto, es importante que el gobierno deje de culpar a los factores externos, y se concentre en tomar medidas que impulsen el crecimiento.
El 2024 volveremos a crecer posiblemente un 2%, un crecimiento reducido que generará un aumento de la pobreza por tercer año consecutivo. Y para Contreras se debe a factores externos. La pobreza aumentó en el Perú de 25.9% a 27.5% en el 2022, es decir, son 9.2 millones. A esto se suma un factor clave, la población que, no siendo pobres, están en riesgo de serlo. Los datos revelan que 11 millones 119 mil personas están en situación de pobreza el 2024. Según la información, alcanza al 33% de la población, cifra que incluso superaría al año de la pandemia: 30,1%.
Sin embargo, existen factores que pueden contribuir a nuestra recuperación. Si no hay un Fenómeno de "El Niño2 fuerte, la pesca se normalizará y la producción agraria puede recuperar sus niveles de crecimiento. Sin embargo, no se dice que política se aplicará este año por parte de los titulares de pliego de la Producción (PRODUCE) y de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI).
No se espera que haya inversión en el sector agrario. La recuperación de la producción minera podría ser posible, ya que se vio afectada por las protestas, el impacto del ciclón Yaku y otros factores. El punto más grave es la falta de inversión privada. El gobierno tiene la obligación de promover la inversión.
Estamos en camino de perder el grado de inversión, y por las malas acciones en el manejo fiscal cada día se deteriora la confianza en el país. La confianza de las calificadoras de riesgo en nuestro país se viene deteriorando. Fitch Rating, Moody’s y Standars & Poor’s bajaron su proyección de crecimiento. ¿Hay peligro de perder el grado de inversión si seguimos sin crecer?
Sería fatal, porque nos suben las tasas de interés, deja de venir capital extranjero, la deuda pasaría a la categoría de basura y nos perjudicamos todos. La economía peruana enfrenta una recesión reflejada en la caída de la producción nacional y expuesta a riesgos relacionados con la política, las reglas fiscales y la confianza empresarial.
Existe un riesgo a la baja en la calificación crediticia del Perú. La inestabilidad política resulta ser un factor clave que impacta en la macroeconomía, la cual genera una caída de la inversión privada. La calificación actual del país en BBB con perspectiva negativa refleja un alto nivel incertidumbre política y el deterioro de la gobernanza.
El señor Contreras debería tomar conciencia de eso y adoptar acciones rápidas y efectivas. Consideramos que no lo está haciendo, pero los anuncios de Fitch y lo deben hacer reflexionar. Para empezar- si no va a renunciar-debería cambiar rápidamente los equipos de técnicos del MEF.
Nuestra población quizás no entiende, pero el grado de inversión permite que tengamos tasas de interés más bajas para nuestra deuda y si tenemos tasas bajas, el Estado habrán más recursos para gastar en salud, educación y seguridad pública. También nos permite ser atractivos para la inversión extranjera.
La economía seguirá estancada. El estancamiento económico es cuando el crecimiento del PBI esta entre 2% y 3%, y se caracteriza por elevados niveles de desempleo y empleos a mitad de tiempo. Según los keynesianos la producción cae, sigue igual o crece poco como es nuestro caso lo llaman “estancamiento secular”, y los clásicos lo llaman “estado estacional”.
En ese contexto, la confianza es el fundamento de los éxitos y fracasos económicos de un país como el Perú. Pero internamente que hacemos, aceptar autoridades que no saben gobernar y tecnócratas que dan recetas, bien pagados en las consultorías que realizan o están ubicados en puestos burocráticos, y dan vueltas en la estructura de poder en cada gobierno.
Continúa faltando un buen equipo de gerencia publica que acompañe a la presidenta y que sepa qué hacer. Es necesario el cambio de ministros en el Gabinete: Economía y Finanzas, Producción (pesca y acuicultura; MYPE e Industria), MIDAGRI (desarrollo agrario y riego), entre otros.
Desgraciadamente, no hay un derrotero – ni que se diga en la política- y carecemos de planificación estratégica, prevención y visión de futuro.