Conforme pasa el tiempo, se hablan de supuestos escenarios de la malhadada toma de Lima, y la verdad es que, hasta ahora, al menos, queda la sensación y la esperanza de que, no tenga grandes repercusiones. Ya en Junín, y La Libertad, por ejemplo, grupos de pobladores y organizaciones sociales han anticipado que no participarán.

A ello se suma la reciente captura del “Camarada Carlos”, juvenil e importante militar de Sendero Luminoso, organización ya endémica - nunca mejor dicho - en el país. La reciente y fracasada marcha de días pasados parece ser un buen augurio.

Sin embargo, esperamos que la policía, el servicio de inteligencia, la fiscalía y el ejército estén a la altura de las circunstancias. Identificando personajes peligrosos, anticipando riesgos y enfrentando, con firmeza - y con legalidad - cualquier situación de violencia que se quiera provocar.

Los peruanos - y no solo los limeños - estamos hartos de la violencia, y lo último que deseamos experimentar es la convulsión social que se puede producir, por la ineficiencia del Estado, la exacerbación de ciertos grupos y la complacencia de muchos medios.

Una vez más sería vital que la Fiscalía nos aclare las muertes ocurridas en las asonadas del verano. Aunque claro, los antecedentes parecen no ir en ese sentido.

La ciudadanía espera también, alguna vez, que no solo se anuncien transferencias para enfrentar el ya presente Niño Global sino que se vean las cuadrillas operando las maquinarias y que se realicen las obras de descolmatación, por ejemplo, en el interior del país, a la par de afrontar el tema de la sequía.

En resumen, hechos y no palabras, si es que el régimen constitucional y débil de Dina Boluarte desea mejorar su desempeño y aumentar su popularidad.

Otra medida que se podría aplicar es la realización de giras del cuasi silente ministro de Economía Alex Contreras, promoviendo la inversión en el extranjero, y promulgar una legislación para las PYMES y MYPES, considerando que son las empresas predominantes en el país.

El Congreso, por su parte, podría buscar la elección de una mesa de amplia base, sin llegar a los extremos de incluir a figuras radicales, por las dudas.

Acerca de la polémica ley de gobierno remoto, hubiera sido preferible que el Poder Ejecutivo promueva la modificación legal a través de una reforma constitucional. Y si bien es cierto que, la Constitución no lo prohíbe, puede generar flancos a la oposición. Aunque claro, el Congreso difícilmente vacaría a la presidenta. El Legislativo en este tiempo no ha sido capaz de realizar un solo cambio en el sistema político y electoral, lo que denota su nulo interés en aliviar la crisis. Solo le interesa, al igual que a Boluarte, llegar al 2026.

Otro tema que sigue en agenda es el de los interminables y complicados casos de corrupción. Se habla mucho del expresidente y de algunos de sus supuestos cómplices, como de los detenidos preliminarmente Mauricio Fernandini y la empresaria Sada Goray. Sin embargo, de Karelim López, Bruno Pacheco, el expresidente Toledo no se sabe nada.

Las siguientes horas serán claves para comprobar si el 19 será un miércoles cualquiera. Esperemos que así sea.