La pandemia ha pasado, pero la crisis no. Para el Dr. Omar Neyra no solo persisten las condiciones en el mundo para el desarrollo de otra pandemia, sino también las terribles condiciones del Estado peruano para hacerle frente, como ocurre con una enfermedad perfectamente prevenible y previsible como el dengue en el norte del país.

Neyra, Doctor en Salud Pública, Máster en Docencia e Investigación, especialista en Bioseguridad, con experiencia de 21 años en la gestión y dirección de proyectos de salud, investigación e infraestructura, con liderazgo institucional y gremial, expresidente de la Academia de Estomatología del Perú, e Investigador del Centro de Investigacion en Virologia CIV-USMP, menciona que en el caso del expresidente Martín Vizcarra la población que ha padecido los efectos de sus medidas, debe evaluar si merece su voto.

Ddlc: ¿Cuál es el balance que se puede realizar, más fríamente, de la pandemia en el Perú?

O.N: Es evidente que hubo una crisis sanitaria. Lo que ocurre es que se tomaron las medidas no adecuadas, absurdas, no aquellas que nos hubieran permitido tener un control adecuado de la situación. Todas estas decisiones, basadas en otro tipo de interés, nos llevaron a ser el país con mayor tasa de mortalidad en el mundo.

Finalmente, cualquier gestión se mide por resultados. En nuestro caso, son evidentes: tuvimos el peor manejo sanitario, con el mayor número de fallecidos en el mundo.

Ddlc: ¿Emergencia sanitaria o plan de control político?

O.N: Se trató de un fallido plan sanitario en el que hubo intereses políticos diferentes al bienestar de la población, buscando un rédito político, pero, claro, no consideraron el saldo en pérdida de vidas.

Ddlc: Murieron 200 mil personas. Durante la época del terrorismo, según las cifras de la controvertida Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), en 20 años, se produjeron 70 mil muertos.

O.N: Así es. Una cifra tres veces mayor.

Ddlc:¿Cómo evalúa la actuación del gremio médico, la prensa, y algunos líderes de opinión?

O.N: Aquí buena parte de la academia, de los científicos, colegios profesionales, de la prensa y la sociedad, apoyó las medidas por desconocimiento o complicidad. Eso fue lo que ocurrió.

Ddlc: En el caso de la prensa, muchos profesionales invocaban a las personas que viven del día a día, o cuyo trabajo era forzosamente presencial, a quedarse en su casa, mientras ellos transitaban con libertad y cobraban puntualmente.

O.N: Efectivamente, no se tomaron en cuenta factores socio-económicos; se montó un show, que, desgraciadamente, han llevado a esta situación.

Ddlc: ¿Cómo ciudadano, que piensa de Vizcarra, su vacunación, las denuncias y su inscripción política?

O.N: Bueno, obviamente, es el elector quien deberá juzgar esa conducta. La población es adulta, responsable, conoce y ha experimentado los hechos - que fueron catastróficos - y establecer conclusiones.

Escapa a cualquier análisis responsable pretender seguir en la vida política después de ese desastre, cuyas consecuencias padecemos hasta ahora.

Ddlc: ¿Y cómo observa la creación de una comisión ad-honorem consultiva de alto nivel contra el dengue? ¿No se cuentan con funcionarios y asesores calificados en el sector? Y en el sector Justicia también se creó una comisión consultiva constitucional.

O.N: El ministerio de Salud tiene un comité consultivo permanente, que es la Academia Peruana de Medicina. ¿Por qué no usa esos mecanismos para tener asesoría? Ahí se cuentan con médicos de primer nivel.

Crear una comisión o comité es una decisión que asume cada gestión, entonces hay que lograr lo que se ha hecho, o logrado en cada periodo. En el caso de esta “Comisión consultiva de lucha contra el dengue”, varios de los nombrados fueron parte de los de la comisión Covid, los que promovieron las pruebas rápidas o fueron parte del Vacunagate.

¿Se puede esperar algo distinto? Creo que no.

Ddlc: ¿Debe sorprender el repunte del dengue, por la emergencia climática y los deficientes servicios de agua y alcantarillado? Algunos piden la renuncia de la ministra. ¿Cuál es su opinión?

O.N: Estaría de acuerdo, porque no se ve un cambio en el tipo de gestión, pero tampoco depende únicamente de la ministra.

Sabemos que el dengue es previsible, se pudo hacer algo, y gestión, en el mejor de los sentidos. Creo que hay que hacer cambios, y estructurales. Venimos de pandemia en pandemia: COVID, viruela símica, dengue, ahora se habla de friaje, y no se hace nada.

Si no se previene no se realiza buena labor. 

Ddlc: ¿Cómo poner en práctica la teoría del entorno (“limpiar la pecera”) a la que alude en un reciente mensaje del Twitter? ¿Se disponen los recursos suficientes en el sector?

O.N: Limpiar, es decir prevenir, cuesta 100 dólares, y esa cantidad se ahorra en tratamiento.

Ddlc:¿Observa Ud. decisiones, desde el gobierno central y regional, tanto en forma de normas jurídicas y directivas concretas del MINSA, para ir preparando al sector ante la probable presencia del Niño Global?

O.N: Más allá de lo declarativo, no estoy viendo nada en concreto, y eso me preocupa.

Ddlc: ¿Cuál es la razón por la que persiste el desabastecimiento de medicamentos y equipos médicos básicos en los centros de salud del Estado, considerando que es una realidad critica en la costa norte, donde el dengue causa estragos en la población?

O.N: Por lo mismo de siempre: la falta de calidad y desidia de los funcionarios. La crisis de la pandemia no debe repetirse, hay que encontrar las razones y responsabilidades del desastre.