¿Vacancia o renuncia fiscal?
Luego de la espectacular y mediática intervención de la fiscalía hay quienes creen que el presidente está más cerca de la vacancia que nunca.
En realidad, luego de dos mociones fallidas y varias censuras, Castillo está más solo que nunca, y quienes lo acompañan hoy, en su mayoría, no son más que un grupúsculo de personajes que se han ganado a pulso la calificación de incondicionales.
El reencauchado gabinete todavía encabezado por Aníbal Torres puede significar que el presidente no tiene mucho de dónde elegir, o que quiere evitarse el vía crucis de un nuevo voto de confianza. A propósito, ¿Cuándo deroga esa ley el Congreso, o es que, como dicen muchos, no hay una real voluntad de vacar al presidente, más allá de ciertas frases y actitudes?
Las asombrosas designaciones de Miguel Ángel Rodríguez y Kurt Burneo dan la sensación de renovación. Se trata de dos personas de buena trayectoria, pero el tiempo nos dirá hasta dónde podrán manejar sus sectores, en medio del caos y la zozobra del presidente y su gobierno.
La “redada” en palacio realizada por la otra vez mediática fiscalía, indica más bien que ésta posee una actitud muy proactiva en este caso, la cual celebramos. La misma proactividad que le reclamamos en los otros.
Nos cuesta creer, por otro lado, que la prófuga Yenifer Paredes se escondía en Palacio de gobierno. Más allá de los dichos o las circulinas, los ciudadanos esperamos pruebas contundentes de las acusaciones. Son éstas las únicas que pueden generar una salida del presidente Castillo, de quien, dicho sea de paso, si se lee el mensaje de 28 de julio se notará que no tiene un menor atisbo de marca izquierdista, salvo un par de frases. Es más, Evo Morales está fuera de escena, y las menciones a la Asamblea Constituyente han desaparecido, o se oyen cada vez menos.
Ciertamente, como hemos dicho, ese puede ser un motivo de tranquilidad, pero nos debería preocupar más el manejo del Estado, y ahí el Congreso y la Contraloría están obligados tener una actuación más efectiva.
En suma, por lo menos hasta ahora, la vacancia o renuncia fiscal, por decirlo así, es lo que podría vislumbrarse en el futuro. Pero con este sistema político, nada mejor está asegurado.