Germán Lench: “El gobierno ha nombrado a 2 ministros que no conocen el sector ni tienen la más mínima experiencia en el agro”
En una entrevista reveladora, sobre la gestión del sector agrario, el economista Germán Lench señala que “el gobierno ha nombrado dos ministros que no conocen el sector ni tienen la más mínima experiencia comprobada en el agro nacional: Raúl Maita y Oscar Zea. La actual gestión de Zea, quien dice ser ganadero en la región Puno, ha cambiado a 54 altos directivos y prácticamente ha “descabezado” los cargos importantes del MIDAGRI, lo cual calificó como “un hecho muy grave”.
Nuestro columnista plantea sugerencias y hace reflexiones, las cuales, deberían ser por lo menos, evaluadas, por un gobierno que dice estar “siempre con el pueblo”.
Ddlc: ¿Cuál es el balance de la gestión en este importante sector?
G.L: Negativo. Los cambios que se han hecho en el MIDAGRI han sido masivos. Hay mucha confusión en el ministerio, no se sabe hacia dónde quieren ir y también han ingresado personas de dudosa capacidad y trayectoria, muchos con denuncias judiciales por maltrato familiar. Varios no cumplen con los perfiles exigidos por ley, y se vienen maltratando programas como AGROIDEAS.
Además, está el caso del secretario general, Paul Jaimes Blanco, quien no cumple con los requisitos para ocupar ese cargo, a tal punto que las normativas que está (emitiendo) el MIDAGRI corren el riesgo de no ser válidas, debido a que el cargo del secretario general ha sido observado por el órgano de control interno del ministerio y él, en lugar de renunciar, lo que ha hecho es amenazar a la jefa de la Oficina de Control Interno.
Ddlc:¿Cuál es el balance que realiza del paro agrario? ¿Hasta qué punto son atendibles las demandas de los agricultores? ¿cómo califica la respuesta del gobierno?
El paro agrario se justifica debido a que, en primer lugar, los productores reclaman soluciones efectivas y reales que, sean aplicadas rápidamente y con impacto favorable, frente a diversas amenazas, entre ellas el gran incremento de los precios de fertilizantes que trae consigo la caída del rendimiento por ha. y baja productividad que, por sus altos costos, baja la rentabilidad del productor generando que, en la próxima campaña, se siembre menos hectáreas y haya menor oferta del producto, con la consecuente subida del precio de venta en el mercado de consumo.
Esto promueve el incremento de la inflación de los principales alimentos, escenario que viene recibiendo una nula respuesta del gobierno. La inflación nacional está proyectada en 7% para este año.
La respuesta del gobierno es demagógica, poco vinculada a un agro moderno, sin claridad sobre soluciones que se implementen en el corto plazo. Las protestas genuinas de los productores agrarios se justifican también, ya que a 9 meses del “gobierno del pueblo y para el pueblo” no hay ninguna ruta estratégica ni plan de acción de la llamada “Segunda Reforma Agraria”.
Ddlc: Ese fue un plan muy importante presentado en campaña, anunciado por la ex PCM Mirtha Vásquez, y el exministro Pedro Francke. ¿Qué podría comentar al respecto?
G.L: En relación a esta iniciativa, no ha pasado de algunas normas (decretos supremos y resoluciones ministeriales), inconexas, que no se han vinculado a ningún avance concreto sobre los proyectos y programas que operan en el campo rural.
En concreto, no hay nada valioso: una planta de producción de fertilizantes que ofrecen inaugurar en 2 años, o instalar plantas lácteas para enfrentar a la industria lechera de Gloria, o comprar miles de tractores que no se sabe cómo serán distribuidos. En todos los casos, sin un diagnóstico ni evaluación de viabilidad, no son soluciones para los agricultores. Es demagogia y potencial corrupción. Pura propaganda.
Ddlc: En cuanto a este programa, asuntos como la titulación, cadenas productivas, asociatividad, seguridad alimentaria, entre otros, ¿no son ya parte de normas legales vigentes, las que podrían, más bien, mejorarse o integrarse eficazmente?
G.L: Así es, hoy existe un marco normativo mucho más frondoso que antes en favor del agro, (seguridad alimentaria, compras estatales de la agricultura familiar, asociatividad y cooperativismo, emergencia del sector agrario, modernización del sector agricultura y riego, etc.), no sabemos si favorecen la llamada Segunda Reforma Agraria, porque creo que ni el presidente Castillo ni el actual ministro Zea saben qué significa y cómo la aplicarán.
Si se habla de asociatividad y cooperativismo, pero se viene destruyendo a raja tabla las acciones del programa emblemático AGROIDEAS, que transfiere recursos a las organizaciones de pequeños y medianos productores, para convertirlos en compradores de bienes.
La evaluación objetiva, tanto de la gestión Raúl Maita como la de Oscar Zea es mala, su avance efectivo en dar soluciones al problema del agro es muy limitada e ineficaz, por su falta de preparación, conocimiento del sector agrario y experiencia en gestión. El avance en la gestión Maita y Zea es muy militado o casi nulo.
Ddlc: ¿Cuál es la opinión del sector mayoritario de los agricultores sobre la propuesta de una nueva Constitución?
G: L: La incapacidad del Estado, gobierno central y regionales, de tener soluciones válidas a los problemas del agro, justificarían que los actores mayoritariamente de la pequeña agricultura, que son por lo menos 1.5 millones de unidades agropecuarias (Censo 2012) exijan una nueva Constitución, en muchos casos sin conocer de qué se trata, ya que su respuesta es creyendo que con ello se solucionaran sus problemas.
La evidencia indica que la Constitución vigente, con todos los cambios que sean necesarios hacerle, ha favorecido un escenario donde han crecido las agroexportaciones, la inversión privada y donde la pobreza rural, aunque sigue siendo alta, se ha reducido en la última década y media.
Le preguntaría al ministro Oscar Zea sería, ¿Cuáles serían los beneficios concretos en el corto plazo que una nueva Constitución traería a los productores y actores del sector agrario?
Ddlc: ¿Cuáles serían, en su opinión, los pilares para un sistema de seguridad alimentaria en el Perú? Seguimos con índices preocupantes de anemia infantil.
G.L: Por efectos de la crisis económica y la inexorable caída de la producción agraria nacional, como efecto del gran incremento de los precios de los fertilizantes, se viene una mayor inseguridad alimentaria y malnutrición asociada, lo que incrementará la dependencia alimentaria.
Ddlc: ¿Sobre que base se debe reforzar la seguridad alimentaria?
G.L: Los pilares de un sistema de seguridad alimentaria se conocen: disponibilidad, acceso, uso y estabilidad. En disponibilidad viene una caída de la producción de alimentos arroz, papa y maíz amarillo duro (por el menor uso de fertilizantes en la actual campaña), menor acceso a alimentos (por el incremento de sus precios, caída del ingreso real y el incremento del desempleo), en el uso de alimentos no se ha avanzado mucho, ya que la brecha de agua y saneamiento rural sigue siendo alta, y la seguridad alimentaria no tiene estabilidad tampoco ya que no hay un esquema institucional que le brinde respaldo, con competencias y roles claramente establecidos, más allá de las normas existentes.
Obviamente estas son condiciones para que se agrave la anemia infantil y morbilidad en madres gestantes y lactantes. En el caso de los niños, en torno al 40-45%, y la desnutrición crónica rural que se hizo invisible siendo alta, y está nuevamente creciendo más, limitando y cancelando opciones de vida de futuros ciudadanos, por los daños combinados que genera, tanto la anemia por falta de hierro, como la desnutrición crónica.
El papel del MIDAGRI frente a la creciente inseguridad alimentaria nacional es ciertamente parcial, pero debería accionarse en lo inmediato, el objetivo al respecto es claro, reducir la caída en la producción alimentaria.