Mientras que los medios nos llevanva una guerra lejana e inexplicable de lo habitual, y los medios e Internet nos muestran dantescas imágenes, todo parece indicar el conflicto en la lejana Ucrania continuará, por ahora, sin novedades.

Fabián Vallas, destacado internacionalista y docente de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima, politólogo de la Universidad de Nuevo México (Estados Unidos), con estudios de Sociología en la Universidad Católica, y de Comunicación Social de San Marcos, habla sobre las características de este hecho, que vuelve a generar un foco de tensión en el mundo.

Ddlc: ¿Qué se puede esperar de las negociaciones que se iniciaron en Bielorrusia, y qué evaluación puede hacer hasta este momento?

F.V: En primer lugar, no se puede negociar mientras se ocupa un territorio, en vista que la legalidad y legitimidad de estas acciones se pueden cuestionar posteriormente.

Hay que recordar que, en nuestro medio, Chile ocupó Lima y gran parte del Perú mientras se negociaba un acuerdo de paz, eso ocurrió en el siglo XIX, en la actualidad es más cuestionable. Ahí tiene que haber algo más que la palabra de Putin, porque en este momento no existe confianza.

Ahora, en lo que se refiere al conflicto en sí, se ha logrado un alto al fuego, pero se puede inferir que eso no significa un primer paso hacia su solución, sino simplemente un acto humanitario para, por ejemplo, recoger heridos y cadáveres.

Ddlc: ¿Qué opina de las medidas adoptadas por la Unión Europea?

F.V: Impedir realizar transacciones a través del SWIFT, transferencias de dinero entre Rusia y el mundo entero ha golpeado mucho a Rusia y se viene el congelamiento de cuentas por miles de millones de dólares de bancos rusos en Europa, y el impedimento que aviones rusos lleguen a territorio europeo, a los que se suman Estados Unidos y Canadá.

Entonces creo que estas sanciones han impulsado al gobierno de Putin, sin abandonar sus propósitos de conquistar Ucrania y dominar Kiev, a negociar. Sin embargo, creo que como se puede observar, cada vez Rusia se enfrenta a una mayor resistencia, no solo en Ucrania, sino en otros países, y aún en su propio territorio. Eso, independientemente de las imágenes que vemos por los medios e Internet, y que pueden dar pie a otra interpretación.

Ddlc: ¿Qué se puede esperar?

F.V: Creo que el principal peligro de Rusia es la “finlandización” o neutralización de Ucrania. Sin embargo, todo indica que las ambiciones de Putin pueden ir más allá, en el sentido que no solamente van a demandar la neutralización de Ucrania, sino además pediría volver a la frontera de OTAN de 1997.

¿Qué significa esto? Que los países bálticos como Lituania, Estonia, Letonia, además de Polonia y Rumania también sean neutrales, y creo que la comunidad internacional no va a aceptar un pedido de esa naturaleza. Puede ser un juego de negociación.

Sin embargo, creo que Ucrania va a ceder a una condición de neutralidad, y Rusia a sus aspiraciones de control del país. Porque el invasor ha invadido el país sin duda, pero no ha logrado controlarlo, ni tampoco se asume que lo haga fácilmente. Las imágenes de unidades blindadas rusas abandonadas, y la efectividad de los drones turcos, son elocuentes, y hablan también de un problema logístico.

Ddlc: ¿Por qué Rusia pide neutralidad? La posibilidad que sea invadida por Ucrania u otro país parece descabellado.

F.V: Putin es muy nacionalista, cree que la principal desgracia mundial ha sido la desintegración de la Unión Soviética. Antes las fronteras de seguridad estaban en las dos Alemanias, luego cayó el muro de Berlín, y las repúblicas antes mencionadas optaron por un gobierno occidental.

Ahora no solo es eso, sino también Ucrania, con mucha justicia, porque la mayor parte del país es occidental, lo que significa mover las fronteras de las dos Alemanias post segunda guerra mundial, a desplazarlas entre las fronteras de Rusia y Ucrania.

Hay que recordar que, durante la segunda guerra mundial, un país occidental como la Alemania nazi, invadió lo que era URSS y Rusia, y ahí hubo 16 millones de muertos. Por eso es que hay un trauma histórico en Rusia, para que existan misiles en su frontera. Por tal razón Stalin, a través de la fuerza, sometió a los otros países de Europa Oriental, a Ucrania, para poder tener esta famosa cortina de hierro.

Ddlc: ¿Cuál es la razón para que el Estado ruso pida neutralidad a Ucrania?

F.V: Los rusos se sienten desprotegidos, cuando a pocos kilómetros de su frontera la OTAN pueda colocar misiles. Para Rusia eso sería inaceptable, por lo tanto, requiere que la mayor cantidad de países sea como Finlandia, que después de la Segunda Guerra Mundial suscribió un acuerdo con Stalin, una promesa de no invasión a cambio de no permitir fuerzas o armas de la OTAN en la zona, y así lo ha cumplido.

La neutralidad de Ucrania es el escenario más probable. Para los rusos, Ucrania es su área de influencia.

Ddlc: Rusia argumenta que Donetsk es de origen ruso. Quizás podría ser una explicación, si esa población hubiera sido hostigada, desde la conformación de Ucrania como país, pero eso no ha ocurrido.

F.V: Son dos ciudades de presencia rusa, porque allí se producía la industria pesada, y grandes cantidades de rusos fueron a vivir allá.

Ddlc: ¿Tiene sentido?

F.V: Durante la Guerra Fría, cuando la URSS trasladó sus misiles a Cuba, Estados Unidos bloqueó la isla, casi nos vamos a la Tercera Guerra Mundial por lo mismo, porque el hecho se volvió una amenaza que podía condicionar la política interior y exterior de un país. Cuando existe una amenaza creíble, los países reaccionan de esta manera.

Rusia tiene razón cuando afirma que cada país tiene derecho a su seguridad, pero obviamente no a través de la fuerza, violando los principios de derecho internacional. La verdadera derrota de los nazis ocurrió en Rusia, con 16 millones de muertos, ocho millones de rusos, y 8 millones de ucranianos.

Una parte de Ucrania - la más occidental - apoyó a la Alemania nazi, pero eso no quiere decir que lo sea. Esa es una gran mentira de Putin, para convencer a la opinión pública de su país que es necesaria una intervención militar.

Ddlc: El embajador ruso, Igor Romanchenko, ha afirmado que las fuerzas rusas no han atacado, ni, mucho menos, efectuado bombardeos o forzado al desplazamiento de poblaciones civiles, sino solo se han enfocado en objetivos militares. ¿Qué comentarios puede hacer al respecto?

F.V: Siempre se dice una frase que se le atribuye a un diplomático británico: “la primera víctima en una guerra es la verdad”, entonces cada país diría que no ha bombardeado zonas civiles, que es una guerra sana, etc. La verdad es que toda guerra afecta a civiles.

El estilo propagandístico de Rusia es muy claro. Busca atribuirle las características más negativas al enemigo, acusa de genocidio al gobierno de Kiev, y de perpetrar abusos a la población rusa en Donesk. Las manifestaciones han sido reprimidas y hay 5 mil detenidos.

Ddlc: Cuando Estados Unidos y las potencias occidentales invadieron Irak o Libia, el tono de los pronunciamientos fue mucho más calmo. ¿Existe un doble estándar también en la política internacional?

F.V: Bueno, para empezar ni Libia ni Siria ni Irak fueron gobiernos democráticos, ahí existe una gran diferencia.

Ahora, eso no quiere decir que occidente haya manipulado democracias a su favor, y se hayan realizado en el pasado, operaciones de inteligencia para socavar la democracia, como se hizo en Chile, o para imponer al Sha de Irán. Existen países democráticos que Estados Unidos ayudó a derrocar.

¿Qué más se puede afirmar sobre el impacto económico de este conflicto en el Perú y el mundo? Ucrania posee reservas de gas, petróleo, uranio…

F.V: En pleno siglo XXI, las materias primas siguen siendo importantes, pero cada vez menos. El petróleo va a ser remplazado por energía eléctrica. En Estados Unidos, en diez años, un tercio de sus autos van a funcionar con energías renovables, esto es, sin hidrocarburos.

En cuanto al gas, hablamos de los gasoductos. Son dos, uno que viene por Rusia, y el otro por Siberia, y llega a Ucrania, es lo que abastece Europa. Y el otro va por el mar de Lituania, Estonia, Letonia, justo para que no pasen por Ucrania. Es importante que se haya detenido el abastecimiento del segundo gasoducto, lo cual resulta un golpe para Rusia, y lo ha obligado a negociar.

Ddlc: ¿Cómo calificar el gobierno que encabeza Vladimir Putin?

F.V: Nacionalista, es una democracia muy restringida, y que elimina sus opositores. La cultura política rusa siempre ha tenido un líder fuerte, desde los zares hasta los jerarcas soviéticos. Lo que quiere Rusia es recuperar el protagonismo y el poder de su país, que se ha venido socavando en estas dos décadas.

Putin se siente un llamado a realizar esa obra, como Pedro el Grande, para elevar el espíritu de los rusos, y esta es una de sus acciones para demostrar que el país es una potencia.

Cuando se habla de la disputa entre Estados Unidos y China, están obviando a Rusia. Y eso no es del agrado del régimen de Moscú.

Ddlc: Además, ni Rusia ni China son estados democráticos. No lo han sido y probablemente no lo serán.

F.V: Pero hay países que han cambiado. En el caso ruso es difícil, se recurre al pasado, se llama pronazi al gobierno ucraniano, y se recuerda lo que ocurrió cuando hubo potencias occidentales, y que supuestamente amenazan la estabilidad y seguridad del país. Por eso es que aparece este discurso nacionalista, hablando de la necesidad de defender sus intereses más allá de sus fronteras.

Ahora, en lo que se refiere a China, necesita ser un contrapeso a Estados Unidos y a occidente. En la visita de Putin a Beijing, antes de las olimpiadas de invierno, Rusia firmó varios acuerdos económicos. Uno de ellos consistía en la compra de gas por 125 millones de dólares - ahora no se sabe cómo le van a pagar - y le compra trigo, como una forma de compensar las pérdidas por sanciones económicas.

Lo que creo que Putin no calculó son acciones como el impedimento de ingreso de aviones al suelo estadounidense, y la desactivación del código Swift que impide realizar transferencias de dinero, aparte de la presencia de misiles antitanques, tierra – aire que se están proporcionando a Ucrania.