Covid 19: Curvas peligrosas
La gran mayoría de las personas ha tomado conciencia que los llamados Pacientes “0” (Cero) solo son un punto de referencia para el inicio de tomas de medidas por los gobiernos y políticos buscando un resultado determinado. En este caso, intentar disminuir la tasa de contagio y mortalidad del COVID 19; y con ello también manejar y hacer la curva y estadística respectivas.
En Estados Unidos se han confirmado varios casos de COVID 19 anteriores a lo que ellos llamaron su paciente 0. Y es de hecho muy seguro que lo mismo haya sucedido en el Perú y muchos países. Esto es lo que intentamos advertir en la crónica del Paciente (-1) de la edición anterior.
El asunto no es menor y no constituye solo un punto de referencia. Significa que las medidas sanitarias, legales y sociales-especialmente las de reclusión- probablemente sean atemporales, y por lo mismo, poco eficaces.
Debemos aceptar y comprender que esta plaga nos está acompañando varias semanas o quizás meses, antes de que hayamos siquiera imaginado combatirla.
Y los resultados lo demuestran en nuestro país como en pocos.
Las medidas de restricción al desplazamiento de aislamiento social, lamentablemente no han podido frenar que contemos ya los muertos por miles. Y a un costo social económico y político inimaginables.
Hay que resaltar que la prevención, tratamiento y curación en la medicina- que es una ciencia- existen y han demostrado ser eficaces, pero cuando se los aplica en el momento oportuno. Nadie hoy puede resucitar un muerto. Todo lo que se hizo quizás motivado por buenas razones e intenciones de poco ha servido, por ser a destiempo. Y la realidad nos estrella frente a esta realidad.
Tampoco se puede cambiar la realidad triste de nuestro sistema de salud y en general de nuestra infraestructura de la noche a la mañana. Ya no podemos sacar más camas UCI, tampoco respiradores, y lo que es más crucial: no podemos tener más personal de salud. Ni tampoco menos seguir exponiéndolo a un martirio no justificable.
¿Qué hacer entonces? Primero aceptar la realidad, se ha hecho ya grandes esfuerzos, de parte de todos, sin mezquindades. Pero no podemos ya seguir debilitando al personal sanitario, de las fuerzas del orden, a la población con esfuerzos sobrehumanos, y además colapsando la economía.
Presupuesto y buenas políticas para estos frentes quizás nos permitan estar en mejores condiciones ante una segunda ola COVID, o quizás otra peste (aparte de las que conviven con nosotros: tuberculosis, dengue, desnutrición entre las principales, sobre las cuales también deberíamos ponerle los reflectores). ¿O no?