No es la primera vez. El Partido Popular Cristiano, que fundara Luis Bedoya Reyes, luego de escindirse de la Democracia Cristiana de Héctor Cornejo Chávez (que se aliaría a la izquierda y el velasquismo), atraviesa innegables problemas. Esto ocurrió el 21 de febrero pasado, cuando un grupo de militantes acusó a Raúl Castro, su presidente, de manipular el padrón de delegados para impedirles ingresar a un congreso estatutario. Jorge Villena, ex regidor del municipio, fue uno de los más críticos, mientras la multitud calificaba la presidencia de Castro como una “dictadura”. El PPC, de, digamos centro –derecha, nunca ha cuajado como fuerza política importante- ni mucho menos ha logrado ganar una elección presidencial- se debate en una crisis y división, aunque congresistas como Alberto Beingolea, sostenga “que lo importante no es como comienzan los congresos, sino cómo terminan”. Acusado de tibio a lo largo de su historia y tímido en su acción política, el PPC afirma representar la “doctrina social de la iglesia”, pensamiento bastante difuso para el común de los mortales, y que no se ha preocupado en explicar. Su otrora lideresa, Lourdes Flores, es especialista en perder elecciones, y ahora se anuncia que el PPC participará sólo en los próximos comicios, pero primero debería empoderar a sus militantes, y ordenar la casa. Si lo hace, gana el languideciente sistema político. Fuente: Youtube, Canal N