Detras de la cortina

Sobre Juan Velasco y otros golpes


El 3 de octubre de este año se cumplen 35 años del golpe militar del General Juan Velasco Alvarado, quien encabezó junto a un grupo de militares e intelectuales de izquierda lo que pomposamente denominó “El gobierno revolucionario de la fuerza armada”. Velasco, de quien el fallecido Hugo Chávez se declaraba admirador, y de quien se dice llevaba pistola al Consejo de Ministros, presidió un régimen que se caracterizó por el abuso, la prepotencia, la demagogia y la incapacidad. Las libertades políticas y económicas se suprimieron. Estatizaciones y deportaciones estuvieron a la orden del día. La prensa fue silenciada y la protesta acallada. Las consecuencias de su acción política y económica son difíciles de analizar, pero se puede decir que la economía quedó en crisis y la política también. A Velasco lo sucedió el general Morales-Bermúdez que tampoco hizo reforma política ni económica alguna, y se vio obligado a dejar el poder. Belaúnde regresó, pero su gobierno fue igual o peor que el primero. No tomó ninguna acción importante, ni siquiera ante la presencia activa de Sendero Luminoso. García en el 85 no hizo sino maximizar la crisis con políticas económicas que bien podríamos calificar de “neo velasquistas”. Y ya comienzan a aparecer publicaciones velasquistas. Los militares volverían al poder en los 90, esta vez como operadores, con lo que algunos llamaron “El Plan Verde”, de mercado, para corregir, justamente, los desvaríos setenteros. En el fujimorismo trabajaron 2 ex funcionarios velasquistas: Francisco Loayza y Vladimiro Montesinos. Sin embargo, debemos decir que, aunque la dictadura de Velasco fue una de las dictaduras más feroces e incompetentes de nuestra historia, no ha sido la única. Desde su independencia, el Perú ha estado plagado de golpes, militarismos, y gobiernos civiles incapaces. La tarea pendiente es pues, desarrollar institucionalidad en toda la sociedad, acabar con “líderes naturales”, y “candidatos por aclamación”. Sólo así acabaremos con los zarpazos y el desarrollo económico será menos tortuoso.