< Detras de la cortina

¡Tributación: acción urgente!

La presión tributaria del Perú es 15% del PBI el 2016 y en América Latina 21% por tanto es necesario recaudar mayores ingresos tributarios.

Los impuestos sirven para financiar el gasto público (educación, salud e infraestructura), además de contribuir a la mejora de la distribución del ingreso. Pero el nivel de ingresos fiscales peruanos es bajo y depende de la evolución de los precios internacionales. Ello representa una vulnerabilidad fiscal, dada la reducción que genera en la capacidad del Estado para brindar bienes y servicios públicos a los ciudadanos, y para aplicar políticas contracíclicas. La clave para mejorar está en reformar el sistema tributario, las altas tasas en algunos impuestos, las exoneraciones y el alto grado de evasión que deben ser tratados mediante una política tributaria eficiente.

Rapidez y cumplimiento de objetivos

 

El equipo económico del MEF debe actuar con rapidez técnica y respetar el compromiso de llegar al 18% que fue la proyección de la SUNAT, por tanto se debe ampliar la base tributaria, combatir la evasión fiscal y reestructurar al ente recaudador para enfrentar problemas como:

 

La baja recaudación: A pesar de las altas tasas en algunos impuestos, la presión tributaria (indicador cuantitativo que relaciona los ingresos tributarios de una economía y el PBI) se ha mantenido prácticamente estancada. Si obviamos los ingresos fiscales provenientes de la minería e hidrocarburos, que han venido elevándose desde el boom del precio de los minerales, la presión tributaria en el Perú es alrededor del 14.1% del PBI, según SUNAT.

 

La concentración de la recaudación en el Gobierno central: La poca participación de los gobiernos regionales y locales (el 98% de los ingresos son recaudados por el gobierno central), genera ser uno de los países más centralizados de América Latina.

 

La preponderancia de los impuestos indirectos en la recaudación: Cabe mencionar que son los impuestos directos (renta y propiedad) los que contribuyen a disminuir la desigualdad en la distribución de ingresos.

 

Los altos niveles de evasión tributaria, sobre todo en el impuesto a la renta y el IGV. La informalidad afecta al 75% de la Población Económicamente Activa (PEA), el 95% de las MYPES es informal y hay más de 3 millones de ellas.

 

Las altas tasas impositivas. A comparación de otros países de la región, el Perú se encuentra encima del promedio, sobre todo en la renta empresarial y en el IGV.

 

La reducida base tributaria. Esta se origina por deducciones, exoneraciones que no contribuyen a la igualdad y regímenes especiales que promueven la evasión. 

 

Finalmente, la complejidad del sistema tributario, dificulta su efectivo funcionamiento e impide ampliar la base. Sin mayor simplicidad para los trámites y el pago de obligaciones de los contribuyentes, la recaudación no aumentará. 

 

El Gobierno anterior aumentó el gasto fiscal a pesar de la caída de los ingresos tributario el 2016 generando mayor déficit; otro aspecto crucial es ¿Qué hacer con los aproximadamente 13,000 trabajadores que tiene la SUNAT? Cuando se dio la Ley N° 29816 ley de fortalecimiento de la SUNAT, el Gobierno anterior dio facilidades para que un grupo de burócratas de dudosa competencia técnica colocaran esta institución en la necesidad de una reestructuración total, en vez de cumplir con el propósito de “Elevar la recaudación en forma progresiva hasta un 18% del PBI”.

El Art. 1. de la ley dice “La presente Ley tiene por objeto establecer las normas y disposiciones para el fortalecimiento de la SUNAT con la finalidad de mejorar su labor en relación con: la lucha contra la evasión y elusión tributaria, el contrabando y el tráfico ilícito de mercaderías; la facilitación del comercio exterior, la ampliación de la base tributaria y el crecimiento sostenido de la recaudación fiscal.” Esto no se ha cumplido. La meritocracia y la gestión del talento humano mediante líneas de carrera, son aún sueños  en SUNAT.

  

Una pregunta es ¿Si se puede gobernar, redistribuir la riqueza y dar servicios donde el Estado teniendo el monopolio de la fuerza (seguridad, defensa, justicia) no dispone de recursos? Ante este panorama se tiene que recaudar más, por tanto se debe efectuar una reforma integral de tributos (Renta, IGV, Impuesto Selectivo al Consumo, Aranceles de Aduana) y simplificar las normas de recaudación.

 

La SUNAT tiene escasa predisposición para atraer nuevos contribuyentes utilizando prácticas que el Indecopi (otra institución burocrática) no le permitiría jamás a una empresa privada. Dentro de lo acotado destaca la falta de consideración al record del contribuyente, a sus años de buen pagador, a sus mínimos derechos y elementales derechos. Y encima ver que la economía informal no se aborda adecuadamente.

Un ejemplo abusivo es que los bancos cobran 200 soles por levantar un embargo en cada cuenta. Aunque sea error de la SUNAT, luego llama a Infocorp.

Según la población la SUNAT, es la segunda institución con la mayoría de inconvenientes burocráticos, con barreras irracionales; las personas y empresas reflejaran en sus comentarios que la principal dificultad son las multas y costos elevados (según el 36% de las menciones), la excesiva documentación (24%), la demora en trámites (8%), la falta de uniformidad en los procesos (8%) y la mala atención (7%).

Esto contribuye a que nuestro sistema tributario se convierta en una traba al crecimiento económico, por tanto es necesario recurrir a una reforma integral del sistema tributario peruano, a) analizar las tasas impositivas, b) recomposición de las principales fuentes de ingresos tributario y c) aspectos administrativos de procedimientos con el objeto de simplificarlos; lo que se quiere es asegurar un incremento de la base tributaria, menor informalidad y evasión con la finalidad de mejorar la inversión y la iniciativa empresarial.

Eliminación de la acción constitucional que exige la intervención judicial y la existencia previa de un asunto fiscalizado o investigado para que SUNAT pueda acceder a los datos bancarios de los contribuyentes. Reglamentación necesaria para aplicar efectivamente la cláusula de la Norma XVI del Código Tributario anti elusiva general. 

No debemos olvidar que, como decía Ronald Reagan, “el contribuyente es la única persona que trabaja para la Administración sin tener que aprobar oposiciones”. 

Debemos aspirar a una SUNAT reformada, que aplique una política tributaria activa, con énfasis en la recaudación de impuestos directos, disminuya algunas tasas impositivas y amplíe la base tributaria.