Lucas Ghersi: “En el Perú la peor pandemia la constituye la ineficiencia y la indolencia del Estado”
En medio de la grave crisis sanitaria, existe un tema que ha quedado soslayado: las libertades ciudadanas. En nuestro país el gobierno del expresidente Vizcarra aplicó una durísima cuarentena que, como se sabe, no solo no fue útil en el combate a la pandemia, sino que generó una fuerte recesión, además de afectar gravemente nuestros derechos ciudadanos.
Para el Dr. Lucas Ghersi, abogado de la Pontificia Universidad Católica, Magister en Derecho en la Universidad de Chicago, docente de la Universidad San Martín de Porres, los excesos y abusos cometidos en este aspecto durante el régimen vizcarrista, fueron funcionales a sus intereses políticos y a ciertos sectores radicales.
Ddlc: ¿Hasta qué punto el Estado tiene poder para restringir las libertades en un Estado de emergencia? ¿Se ha excedido en sus atribuciones?
LG: En un Estado Constitucional de Derecho, no se restringen de manera discrecional los derechos, sino existe un estándar, que es el principio de proporcionalidad, que figura en la Constitución, lo cual significa que solo se puede restringir un derecho si ello tiene como consecuencia que se está promoviendo la vigencia de otros derechos, y que se relaciona con la figura de “que el derecho propio termina cuando empieza el de los demás”. Entonces, para restringir un derecho fundamental tengo que probar que la restricción de un derecho fundamental genera que se defienda otro derecho.
En segundo lugar, tengo que demostrar que la restricción que se impone sea la menos lesiva posible, porque sí es posible obtener el objetivo sin restringir tanto los derechos fundamentales de las personas, y en tercer lugar probar que el beneficio es mayor a la afectación.
Para que una restricción sea constitucional tienen que cumplirse esos tres criterios, y en el caso de las cuarentenas no se cumplen.
Ddlc: Y está el factor económico-laboral…
LG: Así es. El 50 % de los peruanos no tiene ahorros de ningún tipo, el 75% no tiene Internet, por lo tanto no pudo realizar teletrabajo, el 80% de la población trabaja de manera informal. En un país donde la gente vive del día a día, una cuarentena es una burla. Sencillamente no se cumple, porque la gente sale a trabajar, porque sus alternativas son endeudarse, enfermarse, arruinarse económicamente.
Entonces, no cumple el objetivo. Varios de los amparos contra la cuarentena han sido admitidos a trámite. Es una medida absurda, y por esa razón se ha derogado. El gobierno se ha dado cuenta que teníamos razón, y que le íbamos a ganar.
Ddlc: ¿Qué alternativa se podría haber aplicado para afrontar el problema?
LG: Por ejemplo, en varios locales se podrían aplicar horarios ampliados, o de 24 horas, con lo cual se pueden evitar las aglomeraciones, que es lo que se ha hecho por ejemplo, en Bogotá, en vez de imponer toques de queda, de manera tal que todas las personas no se concentren a la misma hora para comprar antes del cierre.
El problema de Salud Pública en el país no es el corona virus, que es una enfermedad de baja letalidad. Del total de la gente infectada muere un muy bajo porcentaje. En el Perú la peor pandemia la constituye ineficiencia y la indolencia del Estado. La gente muere en gran medida porque el sistema de Salud Pública es una desgracia.
Ddlc: ¿Qué otra medida se hubiera podido adoptar?
L.G: Esto se podría enfrentar, también, emitiendo un Decreto de Urgencia, y disponiendo que las Fuerzas Armadas - que estaban en sus cuarteles - por ejemplo, habiliten y/o construyan hospitales. El problema es que el Estado para afrontar la crisis, les transfirió la mayor parte de la responsabilidad a los ciudadanos. En vez de tomar medidas como éstas, decidió encerrarnos y culparnos.
Ddlc: El Perú ha gastado 5 mil millones de dólares en una refinería y en unos juegos Panamericanos, recursos que bien se podrían haberse destinado a este problema, o a otros sectores vitales como Educación.
LG: El Estado demuestra pura frivolidad. Tenemos el caso de los 75 mil soles otorgados por el Ministerio de Cultura a Mayra Couto para su producción. Esos son gastos superfluos que se deberían eliminar. El dinero del Estado es nuestro: no deberían haber ningún coctel, ni coffee break. Se deben dejar de gastar los recursos de esa forma ligera.
Para ese fin, estamos evaluando la posibilidad de plantear una demanda.
Ddlc: ¿Cree que la cuarentena decretada durante el gobierno de Martín Vizcarra fue una excusa para establecer un control interno absoluto, con la justificación del corona virus, mientras la inseguridad o la corrupción pasaban por agua tibia?
L.G: Lamentablemente, se usó la pandemia para generar una crisis. La crisis sanitaria se podía enfrentar sin destruir la política y la economía. El exministro Zamora afirmó, en un mensaje de Twitter, que se iba a usar para destruir el capitalismo. En este episodio participaron sectores de la izquierda radical, que desgraciadamente están vinculados al gobierno actual. La crisis, de naturaleza artificial, la han causado nuestros gobernantes.
¿Por qué encerrar innecesariamente a las personas? ¿Por qué desechar, a priori, el uso de productos como la Ivermectina? ¿Por qué dilatar y complicar la compra de vacunas?
Al mismo tiempo, se desarrollaron campañas para generar miedo en la población, una parálisis económica y una recesión que permita poner en agenda un cambio de constitución, y promover una postergación de elecciones. Para mí la intención política es clara.
Ddlc: ¿Cuál es el papel del Colegio Médico del Perú, y la prensa en esta situación? Se veía a representantes del gremio justificar estas graves medidas restrictivas.
L.G: Sí, creo que han sido cómplices en la aplicación de estas medidas que afectan gravemente la libertad de las personas, y lo lamento mucho. Por otro lado, se ha visto el caso del Dr. Málaga en el caso de las vacunas. Y quizá el gremio deba realizar una investigación.
En lo que se refiere a la prensa, la mayor parte tuvo un triste papel, porque en vez de ser crítica con el gobierno, e interrogarle por una mejor alternativa a la cuarentena absoluta, en vez de ponerse en los zapatos de los que menos tienen, los informales, y demandarle que se compren y/o habilitan camas UCI, construir hospitales, adoptó una posición de hacerle barra en su táctica de responsabilizar a la población.
Producto de esto, fuimos testigos de incidentes lamentables, como aquel del señor que salió con su perro, para que el animal haga sus necesidades un minuto, y lo detuvieron sin razón alguna, y el grueso de la prensa aplaudió esa detención arbitraria.
Ese periodismo aplaudió esos episodios, celebrando la vulneración de derechos de las personas, y adoptando una posición poco crítica. Los medios tendrían que plantearse una reflexión en torno a esos hechos, considerando que además, despierta muchas dudas el asunto de la publicidad estatal.
Ddlc: Ese es un aspecto muy controversial. ¿Qué se puede hacer al respecto?
L. G: Resulta indispensable que se obligue al Estado a contratar publicidad estatal a través de un sistema de licitaciones, y no a dedo, como se hace actualmente, porque puede verse como un soborno encubierto, especialmente ahora, donde muchos medios están quebrados.
Nos encontramos en una situación donde los medios pueden sobrevivir por la publicidad estatal, lo cual constituye casi una estatización. La publicidad estatal debe regularse con mucha seriedad.
Ddlc: ¿Qué se puede hacer con los negocios de entretenimiento como centros nocturnos y cines? ¿Se puede plantar un fondo de rescate?
L.G: Las medidas adoptadas han sido incompletas y discrecionales. Nadie va a reactivar su negocio porque le regalan dinero. Lo que hay que hacer es que las personas vuelvan a sus trabajos.
Ddlc: Lo decimos porque si para negocios pequeños como ópticas o bazares es un problema, para un cine, un centro nocturno, o un restaurante concurrido, una cuarentena prolongada significa una quiebra casi segura, con su correlato de desempleo.
LG: En ese caso, se podría discutir algún tipo de indemnización, pero es difícil porque se trata de un hecho fortuito o de fuerza mayor, y habría que determinar si hubiera alguna responsabilidad del Estado.
Ddlc: En esta última cuarentena, se crearon “Centros de retención temporal” habilitados en parques, donde se “retenía” a las personas por 4 horas sin causa alguna. Y frente a lo cual, ni la gran prensa ni las ONG de derechos humanos, manifestaron su rechazo.
L.G: La creación de estos “Centros de retención temporal” fue claramente inconstitucional, tanto así que creo que fue otra de las razones que motivó al gobierno a levantar la cuarentena, porque se dieron cuenta del desliz.
En el Perú una persona solo puede ser detenida por orden judicial, o por delito flagrante. Pero en este caso a la persona se le detenía por una infracción administrativa flagrante. Pese a que no había delito, al ciudadano lo detenían como un delincuente, y además por cuatro horas. Si en principio, se hace solo para verificar su identidad.
Era una acción sin ninguna base constitucional, una restricción innecesaria a las libertades, e inconstitucional por donde se le mire. Entonces, antes que el Poder Judicial declare la medida inconstitucional, el gobierno ha retrocedido, se ha lavado las manos, lo cual revela que se ha dado cuenta, o siempre supo que la medida iba contra la Constitución.
Ddlc: ¿Considera usted que existe un desdén por las libertades? Simplemente nos imponen medidas restrictivas sin ofrecer disculpas, justificarlas rigurosamente, o haciendo hincapié que su aplicación será lo menos dura, y lo más breve posible.
LG: Efectivamente, y la prueba más clara de ello es la “muerte civil”. El que no la cumplía se le aplicaba la muerte civil, lo que implicaba la pérdida de todos sus derechos, se cancelaba su D.N.I, y no podía ir a un establecimiento de salud. Eso significa que una persona que no tiene recursos se vuelve ciudadano de segunda categoría, y se le impide, de forma radical, ejercer su derecho. Eso constituye un desprecio absoluto a los derechos fundamentales.
Ddlc: ¿Por qué cree que la cuarentena es una medida tan aplicada en el mundo?
LG: Porque se traslada la mayor parte de responsabilidad a las personas, y al mismo tiempo exonera al gobierno de la misma. Entonces a quienes tienen el poder político les resulta muy fácil implantar medidas restrictivas.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que en ciertos países la medida no tiene efectos tan nocivos. En Suiza - donde las personas tienen ahorro, conexión a Internet - una cuarentena o un toque de queda no afecta tanto. Pero en el Perú, es una locura aplicar la medida, lo cual guarda relación con otro problema, que consiste en implantar medidas que se adoptan en otros países, sin evaluar su impacto, ni considerar que nuestra realidad es diferente.
Ddlc: ¿Qué opina de las protestas realizadas en el Perú, y en países como por ejemplo, Holanda?
L.G: Me parecen cuestionables desde el punto de vista sanitario, por la aglomeración, y la posibilidad de contagios, pero sin perjuicio de eso, revelan una respuesta legítima a medidas que no están justificadas constitucionalmente. Saludo que la gente haya desarrollado un sentido de ciudadanía, y no se acepte cualquier medida de manera sumisa.
En el Perú las personas están cada vez más conscientes de sus derechos dentro de un Estado constitucional moderno.