Un recorrido por la XXI Feria del Libro
Esta vez visitamos la XXI Feria del Libro dos veces. Conforme avanzan los años, resulta agotador tratar de visitar la mayoría de los puestos en un solo día, más aún si teníamos interés en asistir a algunas de las actividades artísticas y culturales programadas, como la presentación de un libro, alguno de los conversatorios, mesas redondas, conferencias, uno de los conciertos hasta un cuenta cuentos o alguno de los talleres, los que abundaron en esta ocasión.
Lo mejor es pues recorrerla en varios días, claro, si se ahorró lo suficiente, como bien hicimos este mes.
Aunque no encontramos alguno de los textos del escritor y profesor Roger Bendezú Neyra, como “Puquio, fiesta del agua”, sí fue un placer encontrar una de las obras de Edgardo Rivera Martínez, “País de Jauja”.
En cuanto a Roger Bendezú, también nos interesaba conocer algo de la vida de los arrieros, pues su familia estuvo vinculada a esta actividad. Pues bien, una primera mirada a la arriería lo es el libro de Luis Llerena Lazo de la Vega “Los arrieros de Chuquibamba”.
Siguiendo este recorrido, nos detuvimos por un momento en el puesto de la Municipalidad Metropolitana de Lima, donde una postal nos recuerda el primer escudo de armas del Perú, con la frase: “Renació el sol del Perú”.
También tuvimos tiempo de curiosear el espacio de la Embajada de Israel y en los de muchas editoriales, tan recordadas por sus colecciones, como Riguse.
¿Precios de feria? Difícil asegurarlo. “Puede llevarlo a S/. 60, pues su precio real es de S/. 75…” nos dijo una de las vendedoras, mientras escuchamos a su supervisora advertirle al cajero: “Recuerda que hoy viene la SUNAT”. Ahora entendemos por qué veíamos boletas a diestra y siniestra. La SUNAT va en serio, hasta - o por lo menos- en la FIL Lima.
A pesar de nuestro esfuerzo, no pudimos hallar algún poemario de Magda Portal o de Roberto Fernández (el puesto de la Embajada de Cuba solo tenía una obra de su hija), menos algo representativo de Alicia Saco, o de los embajadores peruanos Félix Calderón y Alfonso Benavides.
Seguiremos buscando los textos de Bendezú, más allá de la FIL Lima.