< Detras de la cortina

Tipo de cambio 2021: Volátil e incierto

Lench considera que se debería evaluar que se incorpore un representante de los consumidores en el Directorio del BCR, como lo tienen los empresarios exportadores.“A igual razón, igual derecho", sostiene. 

Según la teoría económica, el tipo de cambio es el precio de una moneda en relación a otra, en nuestro país la comparación es con el dólar americano.

Los gremios empresariales CONFIEP, ADEX, el Banco Central de Reserva (BCR) y estudiosos, afirman que estamos en una economía de mercado. Los precios de los bienes y servicios lo determinan la oferta y demanda. El Gobierno no debe fijarlos ni regularlos, aunque no estén al alcance del consumidor, salvo que se recurra al subsidio que nos cuesta a todos y si a los productos importados baratos les ponemos aranceles para defender nuestra producción nacional, dicen que encarecen sus precios y va contra el consumidor.

Si los trabajadores piden aumento de sueldo les dicen que deben ser competitivos, y cuando los poco preparados piden mejor remuneración, le responden no, porque incrementa los costos de la empresa y afecta su utilidad.

La incertidumbre política, social e institucional son los factores principales de por qué sube el dólar en el mercado peruano, cuyo precio ha superado los S/. 3.9.

Las proyecciones de escritorio hechas por los tecnócratas, desorientan a los inversionistas y ahorristas que compran dólares o mantienen ahorro en soles. Una mala proyección genera expectativas de incrementar la demanda e incrementa la especulación, lo que va en contra de las inversiones donde se obtienen créditos en dólares a tasas de interés en la misma moneda.

Los dólares que ingresan a nuestra economía anualmente, contienen valores que no se pueden medir, como las empresas mineras que exportan oro ilegal puede llegar a $ 3,200 millones, dólares por la narco-economía $3,500 millones, contrabando $600 millones, total aproximado $ 7,300 millones. Habría que recordar lo que afirmó André Kostolany, agente de bolsa y autor de libros sobre la materia: “Cuando dos profesionales de bolsa se saludan, no se preguntan cómo están, si no como se cotiza el dólar”.

Por tanto, no estaría mal la idea que se incorpore un representante de los consumidores en el Directorio del BCR, como lo tienen los empresarios exportadores. En este caso se debería aplicar el principio general que establece “a igual razón, igual derecho".   

El tipo de cambio ha subido, el precio de los alimentos que importamos es inestable y por tanto estos vienen subiendo, por ende, la oferta de dólares bajó. Exportamos productos primarios y no estamos observando que pasará con nuestro modelo actual en el largo plazo, el cual ayuda a la inversión para la explotación y exportar materias primas (cobre, oro, molibdeno, zinc y plata).     

Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), el alza del dólar impacta directamente en los precios de los alimentos y bebidas, los alquileres de viviendas, los pasajes de transportes y las tarifas eléctricas.

Pero nos olvidamos de los consumidores que han comprado casas, autos, y bienes en dólares a quienes no les conviene que el BCR intervenga no para aplicar una flotación sucia, sino una flexible.

El BCR interviene para que el tipo de cambio no baje o no suba mediante el mecanismo de flotación sucia para darle cierta estabilidad al dólar, pregunta ¿Eso viene dando resultados reales?

En una economía social de mercado donde el Estado interviene en el mercado, se puede probar con una flotación flexible, es decir que el precio del dólar lo fije la oferta y la demanda, tal como se nos ha enseñado a los consumidores cuando compramos bienes y servicios. La oferta y demanda crea su propio precio sin intervención ni favorecimiento a ningún sector, aunque sea al exportador.

Hay que recordar a los tecnócratas y empresarios lo que afirmaba Friedman: “Los dos principales enemigos de la sociedad o de la libre empresa son los intelectuales, por un lado, y los hombres de negocio por el otro, y por motivos opuestos. Todo intelectual cree en la libertad para sí mismo, pero se opone a la libertad de los demás. El empresario es justo lo contrario. Todo empresario está a favor de la libertad de todos los demás, pero cuando se trata de él, la cuestión cambia. Él es siempre el caso especial. Él debería tener privilegios específicos del gobierno: en aduana, un dólar que lo favorezca esto, aquello”.    

*Economista