Este último 2 de mayo de 2019, en el Gran Teatro Nacional pudimos contemplar y disfrutar de la virtuosidad de dos de nuestros grandes pianistas nacionales: Juan José Chuquisengo y José Luis Madueño. Este último proveniente de una familia dedicada a esta actividad, como su padre, del mismo nombre, y su hermano, clown y exvocalista de “La liga del sueño” y ahora solista.  

Lo sorprendente de este concierto no solo estuvo en la virtuosidad que desplegaron durante el concierto, sino también en las obras escogidas, las que abarcaron diversidad de géneros musicales, diríamos que, con una interpretación, por momentos, muy personal.

Pudimos apreciar la Sonata N°8 en do menor, un extracto del Adagio de Ludwig Van Beethoven, el Vals en Re del propio José Luis Madueño, Corcovado (Antonio Carlos Jobim) / Berimba (Vinicius de Moraes, Baden Powell), José Antonio (Chabuca Granda), Payaso (Egberto Gismonti), Vals de la Suite N°2 en Re (Sergei Rachmaninoff), Preludio Insensato (Cho-Bim), basado en el Preludio en mi menor op. 28 de F. Chopin e Insensatez de  A.C. Jobim, todas las cuales fueron muy aplaudidas por el respetable. 

También se animaron a tocar Los mareados (Juan Carlos Cobián), Negra presuntuosa (Andrés Soto), Chorito (José Luis Madueño), My foolish heart (Victor Young, Ned Washington) y Libertango (Astor Piazzolla).

Una noche musical de otoño, que convocó a un numeroso y enganchado auditorio, que nos alejó, por algunas horas, del estrés capitalino que, a pesar de todo, infortunadamente, nos esperaba nuevamente a la salida del Teatro Nacional.