Detras de la cortina

De la política y otros cuentos

Desde hace muchos años, en la política, y sobre todo en épocas electorales, a los peruanos nos cuentan cuentos, pero no de los que nos agradan, sino de aquellos que nos resultan indiferentes, graciosos o terroríficos.

Y es que nuestra política ha convertido las bases de la democracia verdadera en cuentos. Muchos dirigentes de los partidos y otros movimientos políticos han devenido en cuentistas al no renovar sus cuadros, pero luego dan entrevistas o exigen cambios a viva voz sin empezar a realizarlos dentro de sus mismos partidos. Igual ocurre con los sindicatos, lo cual es grave, porque estas organizaciones (partidos y sindicatos) tienen un papel importante en la construcción de la verdadera democracia.
 
El primer cuento tiene que ver con la institucionalidad, y en este caso, la elección del actual presidente, que - supuestamente - la garantizaría, pero lo primero que hizo el gobierno fue realizar purgas en instituciones claves del Estado, como la Cancillería, Fuerzas Armadas y Policía, demostrando poco apego por ella.
 
En la Cancillería, se pasaron al retiro numerosos embajadores que estaban por jubilarse, con lo cual Torre -Tagle quedó debilitada. Ésa fue una de las primeras patinadas del canciller Rafael Rongagliolo, un sociólogo (¿?) metido en el mundo diplomático.
 
Posteriormente, en el Ejército se realizó un proceso de purga que permitió, eso sí, que los oficiales allegados al Presidente queden en posición expectante, cosa que se concretó en el último proceso de ascensos, algo de lo que se habló proféticamente durante la campaña, y que dio cuenta publicaciones como Caretas en su artículo "La Promoción en la mochila".
 
Igualmente se hizo en la Policía Nacional del Perú, alegando el excesivo personal de esa institución, pero la realidad es que las formas no se respetaron.
 
Recientemente, el Estado desconoció la resolución que disponía que Antauro Humala, el reo número uno del país, regrese al Penal Virgen de las Mercedes. Nosotros, que no profesamos ninguna simpatía por este individuo de ideas extraviadas y sentenciado por la muerte de cuatro policías, consideramos un despropósito que el Estado haga caso omiso a una orden judicial. Es más, a estas alturas, creemos que el jefe del INPE, Dr. José Luis Pérez Guadalupe, y la Ministra de Justicia, Eda Rivas, deberían renunciar por ésta y otras razones. Pero la institucionalidad sólo sirve como discurso en épocas de elecciones.
 
Otro pilar de la democracia convertida en cuento tiene que ver sobre la alternancia del poder, y la cacareada y posible postulación de la primera dama. Durante toda su campaña, Humala y su grupo negaron su intención de reelegirse, pero con tan sólo unos meses en el gobierno, convirtieron a la señora Heredia en candidata potencial, olvidando lo que ha significado la reelección en este país, aunque no sería la elección del candidato, sino de su esposa, al mejor estilo peronista. El Jurado Nacional de Elecciones se puso del lado de la propuesta, pero recordemos, el tema no es legal, sino ético y político. La señora Heredia tiene todo el derecho de postular el 2021. Aunque para eso sería mejor que el gobierno obtenga algunos logros.
 
La libertad de prensa también es pasible de ser otro cuento. Recientemente, el Presidente en Ecuador concordó con su homólogo ecuatoriano, el autócrata Rafael Correa, que la prensa "publica cochinadas", lo cual es cierto. La prensa publica cochinadas, incluida la oficialista y para oficialista que abunda. La duda que nos queda es si el mandatario dijo esto afectado por el calor tropical, para no quedar mal con su anfitrión, o realmente piensa así. Si es así, estamos prevenidos.
 
Es posible también que sólo haya sido un ropaje, porque el Presidente es un camaléon. A lo largo de su carrera errática, ha demostrado una capacidad para mutar de pelaje y mimetizarse con cada grupo. Para decirlo en otros términos: tiene un discurso para cada auditorio.
 
El otro cuento es la lucha anticorrupción, el de "la honestidad para hacer la diferencia". Durante la campaña, los afiches del sonriente candidato y su radiante esposa con ese mensaje inundaron el país. Sin siquiera haber ascendido al cargo, el hermano del Presidente realizó un viaje a Rusia, no sabemos si oficial u oficioso que, hasta ahora está siendo investigado. Apostamos nueve a uno que no pasará nada.
 
Posteriormente, el Primer Vicepresidente, Omar Chehade, se le encuentra en "Brujas de Cachiche", aparentemente haciendo lobbies para un grupo poderoso del tipo que criticaba en su campaña el actual presidente. Sólo obtuvo una sanción ética.
 
Como se observa pues, la política peruana está plagada de historias o cuentos que nos narran cada cinco años. A cada cual mejor o peor.
 
¿No que con la asunción de Humala se garantizaba el estado de derecho, la institucionalidad, la alternancia, la lucha anti-corrupción, y todo lo demás, como repiten constantemente todos los líderes "políticamente correctos" de la Opinión Pública? ¿Qué piensan sobre esto los garantes del gobierno? ¿O a ellos le gustan estas historias, o mejor dicho, estos cuentos?