< Detras de la cortina

Mick Jagger, el abuelo del rock

“Mick Jagger es un lunático con complejo de Peter Pan”

(Keith Richards)

Con 69 años a cuestas, Mick Jagger es considerado como un mito viviente del rock n’roll. El y los Rolling Stones surgen en los sesenta, en franca competencia con los Beatles. Una lucha dura y constante. Pero necesaria.

El cantante nació el 26 de julio en Kent, Inglaterra. Su padre, Basil Jagger, fue un destacado profesor de educación física, y Michael fue el hijo de una familia clasemediera, que desarrolló una afición por el blues. De adolescente, se topa con Keith Richards, a quien ya conocía, quien llevaba en el brazo discos de algo que a, él le fascinaba: blues. Ahí empezó todo.

Mick estudiaba Economía becado en el London School of Economics y Richards Bellas Artes, que compartía con otras aficiones: el blues y la marihuana.

El 12 de julio de 1962, la banda debutaría oficialmente, con el nombre oficial, tomado de un nombre de una canción de Muddy Waters.

No muy bien parecido físicamente, Jagger hace delirar a su auditorio, especialmente femenino, en cada una de sus presentaciones. Su estilo polémico y desenfadado se refleja en las canciones – Satisfaction – sin dejar de mencionar Simpathy for the evil, título que también se puede traducir como Compasión por el diablo. Pero claro, sus Majestades Satánicas pueden decir lo que les venga en gana. Y como para desvirtuar la versión de una supuesta enemistad con los Beatles, es John Lennon quien toca el bajo en esta clásica de ellos, mientras que Jagger aparece cantando con el torso desnudo, con un tatuaje raro, y en medio de la melodía que parece extraída de un rito vudú.

Los Stones se presentaron siempre como un grupo de chicos malos, en contraposición a la imagen inocua de los Beatles (que tampoco eran moneda de oro).

Protagonista de numerosos escándalos, siempre es noticia por problemas con drogas o por su conocida afición de mujeriego, que hizo peligrar todas sus la relaciones, si es que alguna vez tuvo una. Su lista es interminable: Bianca, la diplomática nicaragüense, que vino al Perú el 2000 con la misión de la OEA, y quien no quiere hablar de su ex, Jerry Hall, la modelo texana, tal vez la más estable de sus parejas, Safron Burrows, (La ley el Orden, El gran golpe), Madonna, Uma Thurman, musa del cineasta Quentin Tarantino, Carla Bruni (quien ha sido pareja de Donald Trump, Kevin Costner, e…Iggy Pop, antes de casarse con el ex presidente francés Nicolas Sarkozy) y andar con una recatafila de mujeres de toda especie.

Jagger ha afirmado que la persona es básicamente bisexual, y que bailar es otra forma de tener sexo. No pocos lo relacionan con el diablo. “Muchas gracias. Es lo mejor que me han dicho”, replicó alguna vez.

Acerca de las drogas, Richards, su lugarteniente o enemigo íntimo, según como se vea, señaló que los problemas no eran por las drogas, sino con la policía, aunque, según dicen, aspiró cenizas de su padre con heroína, y ha afirmado que sus mejores conciertos los dio al influjo de esa poderosa sustancia.

En su segundo álbum, aparece el buque insignia de la banda, Satisfaction, cuyo origen según dicen se debe a un riff de guitarra que Richards tenía en una grabadora, y el cual una noche a las tres de la mañana, aceleró. ¿En qué andaría?

Para esta época, los músicos desarrollaron una auténtica vida de rockeros: drogas, mujeres y alcohol, y en esta vorágine Richards era el más enganchado y problemático.

Su siguiente disco, Beggars Banquet, es lanzado al tiempo que muere Brian Jones, ahogado en su piscina, según dicen, por sobredosis o asesinato. Algunos consideran a Jones el genio de la banda. Beggars… fue su disco póstumo. Se habló de su muerte a causa de Richards.

Otro episodio traumático para el vocalista- aparte de su arresto en 1967 por una fiesta bullanguera y donde al parecer, había una que otra droga-, y que lo afectó mucho, ocurrió en Altamont, donde los Stones ofrecieron un concierto, y fue convencido por el hispano -estadunidense Jerry García, líder de Los Grateful Dead, de contratar a los Ángeles del Infierno, pandilleros, para la seguridad, uno de los cuales acuchilló a una mujer negra en pleno concierto. “Si Cristo hubiera estado ahí, lo hubieran matado igual”, afirmó.

En los 70, conoció a Andy Warhol, creador del arte-pop (fotógrafo de estrellas y latas de leche), y Studio 54, la famosa discoteca, donde uno se podía encontrar con él, Bowie, Lou Reed, y Woody Allen. La peruana Carmen D’Alessio, quien fue su administradora en algún momento, cuenta que Warhol se preocupaba para que ninguno de sus insignes asistentes se excediera en sus dosis.

En los 80 se dedicó a cantar con David Bowie, Michael Jackson, y a editar un disco solista, “Primitive cool”, efectivo, con música pop como Throaway, Say you will, y nos queda en el recuerdo dando saltitos cortos en Dancing in the Street con Bowie. En doble 9, escuchamos “Don’t look Back”, con Peter Tosh, ex the Wailers, agrupación primigenia de Bob Marley.

Luego de algunos años de distanciamiento en los cuales Jagger y Richards se embarcaron en proyectos solistas, el grupo realizó una gira apoteósica denominada Steel Wheels Tour y que la prensa británica calificó, con la ironía que la caracteriza, como Steel Wheels Chair Tour (Gira en silla de ruedas). La adrenalina que destilaron Jagger y compañía fue suficiente para acallar a los detractores del grupo y llegaron, incluso, a editar un álbum compilatorio llamado Flashpoint con gran éxito.

Con motivo de su disco Voodoo Lounge iniciaron una gira que abarcó Estados Unidos, Canadá, y Japón. Aquel tour que tuvo como teloneros Lenny Kravitz y Stone Temple Pilots, arrojó una ganancia de 300 millones de dólares.

Pero, ¿por qué una mega estrella como él sigue cantando? “Me siento bien con lo que hago. Además, no es que necesite el dinero, pero sería estúpido dejar de ganarlo”, afirmó.

Para mediados de los 90, editaron Stripped, que contiene el clásico de Bob Dylan, Like a Rolling Stone, en el 97, Bridges to Babylon, que incluye Everybody seen my baby, Saint of me, en los “ceros”, lanzan The Bing Bang, luego Don't stop, Shine a light, un documental de Martin Scorsese, pero seamos francos. No habrán Sticky Fingers, ni temas como Brown Sugar o Horses, Waiting for my friend del efectivo “Tatoo you”, “Out of tears” del Mixed Emotions”.

Suena muy bien, pero ya no es lo de antes. Los Rolling Stones es una gran empresa del rock, y el propio cantante lo ha admitido.  

Hace algunos años fue nombrado caballero por la monarquía. Keith Richards espetó: "está recibiendo una condecoración de alguien que nos quería apresar”. Y razón no le falta.

Queda para el anecdotario las recurrentes disputas por mujeres, temas y personalidad de Jagger y Richards, una versión de una supuesta o real relación de Sean Lennon y Elizabeth Jagger, ¿Un Beatle y una Stone? o la leyenda urbana según la cual Mick se hace transfusiones de sangre para mantener su juventud.

El Perú ha recibido a esta leyenda en más de una ocasión, primero en los 70, durante la filmación del film Fitzcarraldo, donde Jagger tenía un papel en el reparto, y la última el año pasado con su hijo Lucas, fruto de su relación con la modelo brasileña Luciana Gimenes Morad. El músico pidió una sesión con el actual presidente. ¿O fue al revés?

Su última aparición fue como anfitrión en “Saturday Night Live", el 26 de mayo del año pasado donde ironizó sobre su ego, y decía “cuando me preguntan quién es el miembro favorito de los Rolling Stones, decía que era yo”. Además, se disfrazó de su doble estadounidense Steven Tyler, líder de Aerosmith, e hizo una parodia de su labor como jurado en American Idol. Foo Fighters y Arcade of Fire fueron los invitados musicales, con los cuales cantó uno de sus clásicos, It’s only rock n’ roll (and I like it). Y para la despedida, con todo el elenco, e invitados especiales como Steve Martin y Amy Pohler, hasta hace poco libretista del programa, otro de sus éxitos: Ruby Tuesday.

Los Rolling Stones preparan su gira de bodas de oro…quizás sea la última gira de la banda más legendaria del rock, pero de eso nadie está seguro. Antes, Jagger ha formado Super Heavy, banda más reggae, con Damian Marley (hijo de Bob) y Joss Stone.

Sin embargo, una cosa sí es segura, como señaló Pedro Cornejo, los Stones, con Jagger -quien había dicho que se quería retirar a los 33 años y no terminar como Elvis Presley cantando en Las Vegas- y que no quería ser estrella de rock toda su vida- a la cabeza, seguirán cantando hasta que tengan voz, y seguirán siendo, para bien o para mal, los abuelos del rock n’ roll.