< Detras de la cortina

Juan Carlos Valdivia: El crecimiento económico va a consolidar alianzas de centro derecha e izquierda

Juan Carlos Valdivia estudió Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Católica, aunque nunca lo ejerció, pero practica el periodismo de opinión hace muchos años. En la actualidad, Valdivia es panelista de Willax TV, columnista del diario “Correo”, y su revista, consultor independiente y también ha sido entrevistador invitado en “Enfoque de los Sábados” de RPP.

En el solaz de la panadería San Antonio en San Antonio (Miraflores), reflexiona acerca de los endémicos problemas de la izquierda peruana.

Ddlc: ¿Qué opina de la salida del sector de izquierda del gobierno?

J.C.V: Es algo positivo. El presidente se ha dado cuenta de dos cosas: que el manejo del estado y la economía son muy complicados, y que sus asesores izquierdistas estaban equivocados, y, entiendo que no lo dice en público, pero manifiesta en privado que esta gente lo ha engañado.

Cada vez que se reunía con funcionarios de organismos multilaterales y mencionaba lo que le afirmaban sus asesores, éstos le decían “eso no es así”, y le tenían que explicar y entonces ha reparado que lo que señalaban era, por decir lo menos, equivocado.  Error tras error.

No es ningún encantamiento derechista, simplemente comprende cómo funcionan las cosas, y por suerte, es una persona responsable.

Ddlc: ¿El presidente se ha dado un baño de realidad?

J.C.V: Sin duda.

Ddlc: Porque dijeron que había sido secuestrado por la CONFIEP...

J.C.V: Quien dijo eso probablemente está secuestrado por su pasado.

Ddlc: ¿Qué significa ser de derecha e izquierda en estos tiempos, y porqué empleamos términos propios de la revolución francesa?

J.C.V: Bueno, pero si los seguimos usando es porque sirven. Nos permiten explicar, con los procesos y los cambios que se han producido en el tiempo, las posiciones políticas de la gente. Hoy, en pleno siglo XXI, ser de izquierda significa creer más en el estado para resolver los problemas y ser de derecha más en el mercado. Es una caricaturización grosera que se emplea, con sus matices, porque no es un concepto categórico.

La gente de izquierda aún cree en eso, aunque hay gente de derecha culturalmente conservadora, que piensa que el estado debe intervenir mucho no en aspectos económicos sino en temas sociales, como poner orden. Y no hay nada más de derecha que poner orden.

Ddlc: ¿En su opinión, cuál debe ser su agenda?

J.C.V: Si hay que poner una agenda a la izquierda pondría en primer lugar la renovación. Desde que tengo uso de razón, Javier Diez-Canseco es líder de la izquierda, y creo que ese es uno de sus principales problemas.

El otro punto es deslindar con los anti demócratas. La gente de Patria Roja usa el sistema, pero no cree en la democracia. Está clarísimo hoy en Cajamarca que Gregorio Santos no cree en la solución democrática de los conflictos, sino que busca imponer su voluntad como sea. No entiende ni le interesa el orden ni el estado.

La izquierda tiene que distanciarse de esa lógica según la cual la revolución y la violencia son parteras de la historia. Eso le ha generado todos los problemas. Necesita renovación de personas e ideológica, o para decirlo en otros términos, renovación generacional y aggiornamiento (modernización).

Ddlc: El caso de Patria Roja es curioso, porque ellos siguen el modelo chino, y el actual, el “dengxiaopismo” ya no es de exportación, y abrazó las tesis de mercado.

J.C.V: Pero ellos tienen el viejo modelo, el maoísmo del siglo pasado.

Ddlc: ¿Cuáles deben ser las características de esta nueva izquierda?

J.C.V.: El sector de izquierda más moderno ya reconoce al mercado como el mejor distribuidor de recursos, pero mantiene esa tesis de que el estado debería tener participación en algunas áreas de la economía. Cada quien tiene sus interpretaciones sobre lo que se debe hacer. Eso no se puede cambiar, pero va por ahí.

Lo segundo es insertarse en el proceso democrático. Quizá Fuerza Social podría ser un partido de izquierda moderna…

Ddlc: …con todas sus cojeras…

J.C.V: Con todas sus cojeras e imperfecciones.

Ddlc: Pero ya vimos cómo terminaron Nano Guerra-García ahí, y Daniel Córdova en el PPC.

J.C.V.: Daniel Córdova quiso meterse por la ventana, me parece que ésa no es la forma de hacer política. Conozco a Guerra-García desde la Universidad y siempre ha estado en política. Ésa no es novedad.

Yo no tengo nada contra las personas que descubren su vocación a los 50 años, pero aquellos como Abugattás o Córdova que descubren su interés por la cosa pública a esa edad, es un poco tarde, y los llevan a estas cosas. En política hay que hacer una carrera, y los que la hace tienen el respeto de la gente, comienzan por ser dirigentes gremiales…

Ddlc: Como hacen (o hacían) los apristas: chapistas (chicos apristas), japistas (jóvenes apristas) y apristas…

J.C.V: O como el caso de Carlos Bruce, que pasó de ser dirigente gremial a participar en campaña sin ser el líder ni hacer campañas políticas, de ahí a un puesto en el ejecutivo y al voto popular. La gente respalda su gestión y se nota su proceso de aprendizaje.

Hoy, Bruce defiende la democracia y sus instituciones de arrebatos de gente que acaba de llegar a la política como Daniel Abugattás.

Ddlc: ¿Cuáles deben ser las banderas de la izquierda?

J.C.V: En una economía moderna el reclamo es del consumidor, quizá por ahí va el asunto, canalizarlo para que la economía funcione mejor.

Ddlc: ¿Es posible diferenciar el socialismo y la izquierda?

J.C.V: El socialismo es una aspiración, constituye para la gente de izquierda el cielo de los cristianos, adónde quieren llegar. Lo que uno debe saber es que no se puede construir el cielo en la tierra. Es utópico.

Ddlc: ¿El movimiento de Indignados puede ser un referente?

J.C.V: El movimiento Indignados no es otra cosa que el reclamo del consumidor que no está satisfecho con lo que está recibiendo.

Ddlc: ¿Del consumidor, del ciudadano, o de ambos?

J.C.V: De ambos, y al mismo tiempo. Son las nuevas formas de procesar los reclamos ciudadanos, eso con Internet, que va a modificar las relaciones sociales. El mercado se impuso, pero a su lado está Internet, que permite una relación democrática con la gente y entre la gente y se relaciona con personalidades mundiales todos los días de tú a tú.

Ddlc: ¿Habrá algún día en el Perú una izquierda como la de Brasil, Chile, o Uruguay, o como la que se configura en México con Marcelo Ebrard?

J.C.V: Bueno, la de Brasil, en el gobierno, es corrupta.

Ddlc: Pero corrupción hay en todos lados…

J.C:V. Pienso que el crecimiento económico va a consolidar algunas grandes alianzas de centro derecha e izquierda, porque ésta dispersión no va más.