< Detras de la cortina

Pedro Salinas: el periodismo puede hacernos abrir los ojos ante la realidad

Aunque está alejado de la radio y de la televisión, Pedro Salinas mantiene su vigencia. Salinas ha trabajado en “El Comercio”, “Expreso” y además ha publicado varios libros, entre los que destacan “Historias que revientan en la cara”, una compilación de sus artículos en prensa escrita, principalmente “Expreso”. Hace un par de años publicó “Rajes del oficio”, una serie de entrevistas en las que nos habla sobre los periodistas que - supuestamente - nos informan. En una conversación amena y distendida (aunque no por ello menos interesante) conversó con nosotros sobre la prensa y los periodistas.

Ddlc: Usted estudió filosofía. ¿Cómo llegó al periodismo?

PS: Fue algo circunstancial. Yo había estudiado filosofía, luego psicología, y no sabía qué hacer. Además estaba buscando trabajo. Un amigo me dijo que estaban buscando un practicante en la sección editorial de “El Comercio”, hablé con Hugo Guerra y me contrató. Empecé a trabajar ahí mientras decidía qué cosa hacer: terminar filosofía, psicología o entrar a Ciencias de la Comunicación, pero no para periodismo, sino para publicidad. Así estuve buen tiempo.

Ddlc: Lo único claro era que quería estudiar letras.

PS: Sí. Las matemáticas y yo siempre fuimos enemigos acérrimos, entonces de pronto ya estaba metido en un periódico y conociendo su dinámica. Anteriormente había escrito algunos artículos y había hecho radio en Arequipa, pero no tenía más experiencia que esa. Más tarde pasé a “Expreso”, luego hice radio y televisión. Mi paso en “Expreso” coincidió con la presencia de otros periodistas como Jaime Bayly y Álvaro Vargas Llosa.

Ddlc: Y Carlos Espá.

PS: No, lo que pasa es que ellos son del diario “La Prensa”. Cuando “La Prensa” quiebra, algunos terminan colaborando en Expreso. Yo conocí a algunos. No pertenezco a esa hornada, llamada “los jóvenes turcos”. Después me hice amigos de todos.

Ddlc: El periodista nunca deja de serlo. ¿Comparte usted la misma percepción? ¿Cómo define o siente el periodismo?

PS: Lo siento como una droga, una adicción. Llega un momento en el que se necesita de la adrenalina que da el periodismo. Con los años uno se vuelve más reposado, pero sí hay una época muy intensa en la que el periodismo te atrapa. Ahora lo veo como un oficio, como ser artesano, que se va desarrollando o perfeccionando con la práctica, y en la medida que se tienen oportunidades de abordar buenos temas y desarrollar buenas historias. A mí me tocó hacer periodismo en la época de Sendero, bastante intensa, y cuando eres joven dices “normal”, hasta que te toca. Una vez me tocó y ahí se siente miedo.

El periodismo  también es  opinión, y eso es lo que he hecho desde que comencé. Quizás porque empecé en la sección editorial y además tuve suerte porque en “El Comercio” trabajé con varios periodistas egresados de universidad. Y ahí se rotaba a los redactores a culturales, policiales, locales, economía, viendo qué era lo que más le gustaba a uno. Yo no roté por ninguna, me quedé en editorial y después me llamaron para escribir en “Expreso”, la radio y después la televisión, y continué en el periodismo de opinión. Hice algunos reportajes, crónicas, pero los menos. Hacía las columnas en el tema del terrorismo. Sin embargo, en el periodismo hay otros rubros.

Ddlc: Es un espectro bastante amplio.

PS: Se puede hacer deporte, culturales, policiales, dependiendo de la afinidad que tenga uno con los temas. A mí me gusta la política y siempre estuve en ese medio, el periodismo político.

Ddlc: ¿Esa afición por el periodismo político le viene de familia?

PS: En un momento me pregunté ¿de dónde me viene esto? Porque mi padre vendía seguros, mi abuelo no tenía nada que ver. Por la rama paterna, mi tío abuelo, Andrés Aramburú Salinas fue director de la revista “Mundial” en 1920 hasta el 30.

Era una revista, variada, plural, donde Mariátegui escribió los “Siete Ensayos…”, César Vallejo era corresponsal en Francia. Luis Alberto Sánchez desarrolla su oficio de escritor y periodista en “Mundial”, publicaba debates entre Mariátegui y Luis Alberto Sánchez, que he disfrutado leyendo.

Y por el lado materno, dos primos hermanos de mi bisabuelo, Reynaldo y Cesáreo Chacaltana, eran periodistas. Uno de ellos llegó a ser director de un diario de la familia Canevaro. Cesáreo era más político que periodista, y en el caso de Reynaldo era al revés. Me imagino que algunos de esos genes han influido en mí.

Ddlc: ¿Cuál es el poder real de los periodistas? ¿Hasta qué punto podemos cambiar las cosas?

PS: El poder del periodismo es relativo. Tiene algún tipo de influencia, pero creo que la principal virtud del periodismo es hacer abrir los ojos a la gente, no de cambiar las cosas. Para cambiar las cosas está la política. El periodismo no tiene como fin último transformar la realidad. Ése no es su propósito. Su propósito es informar.

Hay quienes dicen que el fin del periodismo es educar. ¿De dónde han sacado eso? La labor del periodismo es informar y opinar, y opinará de acuerdo a su línea editorial. De izquierda, derecha, de centro. No sé si el centro existe.

Ddlc: Suena un término vago… ¿Existe la independencia del periodismo o también es relativa, y depende de la línea editorial de los propietarios de los medios?

PS: Existe independencia de los periodistas. Depende de cada quién al final. Se puede ser de izquierda y escribir en Correo, o puedes ser de derecha y escribir en “La República”, creo que sí, en la medida que seas consecuente. Puedes ser alguien como Fernando Rospigliosi, que es de derecha aunque alguien diga que es de izquierda- yo no sé por qué alguien que defendió la reelección de George Bush o la invasión a Irak puede ser de izquierda - en un sentido clásico del término, y escribir una columna amplia y especial en “La República” o Mario Vargas Llosa a quien se le identifica de igual forma y tiene su columna en “El País”, que es el diario de la izquierda española, del PSOE.

Ddlc: Lo que ocurre es que la izquierda española se parece mucho a la derecha peruana.

PS: Es verdad, pero la derecha en España tiene “El Mundo”, ABC, “La Razón”, todos importantes y en ninguno de ellos escribe Vargas Llosa, donde se sentiría más cómodo, pero en la medida que escriba lo que guste y le dejen expresar su opinión sin borrarle una coma, creo que él y Rospigliosi son consecuentes. O Rolando Breña en Correo. La independencia está en el periodista. Mientras el diario no coacte la libertad de opinar. Si lo hace, se convierte en un medio sectario.

Ddlc: Y en la medida que exista apertura para expresar esa opinión.

PS: Correcto. ¿Y dónde no hay independencia? Cuando un medio dice “no, hay que estar bien con el gobierno”, entonces la opinión de uno choca o roza, entonces por qué no morigeras esto, por qué no lo dejas para más adelante y eso es una censura.

Ddlc: ¿Hace un momento mencionó que estaba en un periodo de reposo? ¿A qué se refería?

PS: Me refería a que estoy de alguna manera, cada vez más retirado del ejercicio diario o semanal, que es lo que se suele hacer en radio y televisión. Porque en prensa escrita lo que hecho es escribir columnas de opinión, una o dos a la semana y punto. Eso lo mantengo.

Ahora tengo un blog, que es algo más ligero, más relajado.

Ddlc: Donde opinan los demás básicamente, no uno.

PS: Opina uno, pero no a diario. Por lo menos yo no tengo tiempo para estar pensando cada día un tema. Mi blog no es político, lo que hago es informarme leyendo los periódicos denominados serios y le dedico por lo menos una hora a revisar Internet, prensa internacional (española, argentina, colombiana), etc, y coloco ahí las noticias que me interesan, que no necesariamente son políticas.

La religión es un tema que me interesa, por ejemplo, algunos cómics, cine. Es diverso.

Ddlc:¿Cómo ve la prensa en torno al proceso electoral que se viene?

PS: No siento clima electoral. Ahora la atención de la prensa se centra en lo que ocurra el 2011. La foto de hoy es la de Castañeda con dos puntos sobre Keiko Fujimori, lo que supone margen de error o empate técnico. Más atrás viene Humala, Toledo y Lourdes Flores.

Ddlc: Y los demás entran en “otros”.

PS: No, Kukcynski está con tres puntos, que debe estar celebrando, ésa es la inquietud de la prensa hoy. Cómo se mueven estas candidaturas, pese a que la mayoría de ellos lo niega. Porque ya por experiencia quien se lanza primero pierde, no las tiene todas consigo. Ahí no se aplica lo que “A quien madruga Dios lo ayuda”. Al revés, a quien se lanza primero, se le castiga.

Casi todos esperan la fecha de cierre para anunciar su postulación como si fuera una gran noticia, cuando sabemos que Castañeda se va a presentar, Keiko se va a presentar. Toledo dice que está buscando un candidato joven para Perú Posible. Yo no he visto ningún esfuerzo para propiciar candidaturas. Todos juegan a que el candidato sea Alejandro Toledo.

Ddlc: El periodista siempre ha estado sometido a presiones de todo tipo. Directas e indirectas. Si no son las tanquetas, es el papel, sino el avisaje o las llamadas. Todo eso es parte del oficio, sobre todo en el periodismo político.

PS: Lo hemos vivido en la época de Fujimori, y va con el trabajo. Además para hacer periodismo político se tienen que pisar callos. Un diplomático se va a morir de hambre. Uno no puede llevarse bien con todo el mundo siempre. Cuando se opina sobre política hay que hacer denuncias, señalamientos, y eso siempre va a generar problemas. Juicios, problemas con el director, presiones de los propietarios, anunciantes y de los enemigos, como los presos que cuentan los días por salir.

Ddlc: ¿Tiene amigos en el periodismo? ¿Y muchos enemigos?

PS: Hay gente que no le gusta lo que uno opina, o le cae mal o piensa que el trabajo  lo debe tener otro y eso hay y siempre va existir. Son reacciones muy humanas. Pero sí tengo amigos.

Ddlc: Una de las preguntas que plantea en “Rajes del oficio” es cuál de los poderes es el que influye más ¿Qué piensa usted?

PS: El poder económico y político deciden muchas de las realidades que se viven en el país. En el caso de la Iglesia sólo cuando la afectan, como por ejemplo, en el caso del aborto. Se le ve a Cipriani diciendo que quien apoya la despenalización del aborto es un terrorista o un Herodes, que no le gustan los niños y los prefiere muertos. Salvo ese tipo de controversias, la Iglesia desaparece.

Ddlc: El ex premier toledista Luis Solari publicó un artículo en “El Comercio” titulado “Llegó Herodes”.

PS: Bueno, él encarna un pensamiento católico-ortodoxo. Yo presumo que si no hubiese sido médico hubiese sido Cardenal. No sacerdote, sino Cardenal, y claro, sus opiniones van adheridas al pensamiento de la Iglesia. No tiene un poder tan fuerte como el poder económico o político.

Ddlc: ¿Y los medios dónde quedan?

PS: Tienen un peso relativo, alertan sobre cosas, advierten sobre situaciones, crean una corriente de opinión, pero nada más.

En la época de Fujimori la mayoría de los medios estaban comprados, vendidos, alquilados, pero también había algunos que no estaban sometidos al poder y mucha gente seguía pensando que no era el mejor presidente del Perú.

Además en épocas electorales ocurre lo mismo. En el 90, Vargas Llosa era el candidato de “El Comercio”, “Expreso”, Canal 4, todos los canales, la radio más importante RPP, Antena 1, CPN y perdió, y lo mismo ocurrió con Lourdes Flores. Tenía un apoyo importante de los medios y perdió. Los medios no ponen presidentes. Eso está clarísimo.

Al final, la gente vota por quien cree conveniente.

Ddlc: O en situaciones límite donde se ve obligada a votar por alguien.

PS: Sí, claro por García en la última elección. Cuando gente como yo ha escrito sobre que García no vuelve al poder nunca más.

Ddlc: Era un cadáver político…

PS: Claro, pero los muertos resucitan en el Perú.

Ddlc: Usted tuvo programas de radio en Radio Miraflores, otro en 1160, y otro en "La Inolvidable". ¿Qué nos puede contar sobre eso?

PS: En “La Inolvidable” Abraham Zavala padre me llamó para “Hoy por Hoy “con la idea de competir en algo con RPP. Era un programa sofisticado pero en términos de sintonía nos fuimos al cuerno. Me escuchaban amigos, me comentaban, pero no más. No rebotaba, y tenía comentaristas como Paco Igartua, Alberto Massa y Nicolás Yerovi. Era costoso, trabajaba con Arturo Bayly y Jimena de la Quintana, dos súper productores y tenía toda la radio para mí, pero no funcionó.

Años después Zavala me vuelve a llamar para “La Inolvidable”, con una propuesta no tan ambiciosa, de entrevistas y comentarios políticos en las mañanas: ”Suma de Opiniones”. Era una radio nueva con música para cincuentones: Camilo Sesto, Los Panchos, La hora del lonchecito y el tío Ronco, y se escuchaban a Los Panchos, boleros, Javier Solís y música criolla. Y en las mañanas nosotros con un tono informal, contestatario, y de pronto le ganamos a CPN, pero llegamos al techo, RPP estaba arriba…y lejos. Muy difícil ganarle a esa hora, en “Ampliación de Noticias”, pese a que los taxistas nos reconocían y nos escuchaban.

El problema es que para la venta nosotros éramos una piedra en el zapato. Una radio debe tener un formato homogéneo, con programación que permita vender y ahí no encajábamos, se discutió en el directorio y se tomó la decisión de preservar la armonía de la radio. Fue una salida cordial y sin censura.

La televisión es cruel, especialmente la señal abierta. Te desgasta mucho el bendito rating. La sintonía, las medias horas…

En 1160 le ganábamos a RPP con ”Rompecabezas”. Luego que contrataran a Hildebrandt, embargaran los transmisores y cayera la SUNAT, Gustavo Delgado me ofreció la radio a las 5:00 p.m. Competía con Federico Salazar y Mariella Balbi en RPP. Había también un programa con Bruno de Olazábal y otro con un fono abierto donde la gente se quejaba. Era una radio rebelde, y nos fue bastante bien. Después llamé a Iván García para otras cosas y a Juan Carlos Tafur.

Ddlc:¿Cuáles son tus referentes en el periodismo político?

PS: Hildebrandt, aunque no siempre comparta su opinión. Manuel D’Ornellas en Expreso hacía una columna que no se podía dejar de leer con 300 o 350 palabras y un par de ideas.

Ddlc: Hildebrandt ha señalado que lo respetaba aunque no estuviera de acuerdo con él.

PS: Yo con D’Ornellas estaba más de acuerdo que con Hildebrandt. Cuando toma el poder Calmell del Solar, Expreso se va a la mierda. Sale D’Ornellas y se va al diablo. Ya no era independiente, estaba demasiado encandilado con el gobierno. Y no era por plata. D’Ornellas no era corrupto.

Otro referente es Jaime de Althaus con quien coordinaba temas y entrevistas. A Paco Igartua lo seguía por la pasión contagiosa que le ponía a sus notas. Enrique Zileri que si bien no firmaba las notas dejaba sentada la posición de la revista. Él era Caretas. Además es un periodista con agallas. Cuando se produce el golpe de estado del 92, pese a la intervención de los militares se las arregla para sacar una “Edición de protesta” con una mordaza en la portada. De ésas tiene un montón.

Ddlc: ¿Cómo ve el periodismo político actual?

PS: No veo televisión hace años, pero no estoy desinformado. Sé si Rosa María Palacios le hizo una buena entrevista a un congresista o ministro, porque los blogs registran lo más importante del día en radio o TV. La TV la he dejado de ver por salud mental. Conseguir una noticia política en TV es soportar 30 minutos de sangre. Se han convertido en partes policiales, y no me interesan los temas policiales. A mí me interesa la política.

Ahora el Congreso no está muy lejos del policial con el congresista come pollos, el acuchillado…

Ddlc: El lavacarros…

PS. ¿Hay lavacarros? ¿Éso es nuevo?

Ddlc: La de un asistente del congresista Mayorga que hacía otras cosas…

PS: El Congreso lamentablemente se está convirtiendo en un zoológico.

Ddlc. La política está produciendo los mejores libretistas de programas cómicos. Si no habría que preguntarle a Fernando Armas.

PS: Eso es verdad. En él estaba pensando. Hay un grupo de gente que se alimenta de esas cosas y tienen material para todos los días. Basta ver el canal del Congreso.