< Detras de la cortina

Ollanta Humala y el andahuaylazo

El primero de enero de 2005, el ex candidato del Frente Independiente Moralizador de Fernando Olivera al Congreso en las elecciones del 2001,  Antauro Humala y sus reservistas “etnocaceristas”, dieron una asonada y tomaron la comisaría de Andahuaylas, con el saldo de 4 policías muertos, en nombre del “legado”, nefasto por cierto, del dictador Juan Velasco Alvarado. 

Publicamos la entrevista realizada a su hermano, el actual presidente, Ollanta Humala, a través de Radio Programas del Perú, por Jesús Miguel Calderón, quien desde Seúl, Corea del Sur, donde era agregado militar enviado por Alejandro Toledo, señalaba, aún con su lenguaje evasivo, ambiguo y farragoso, los mismos defectos en el sistema político de entonces, que han persistido durante su gobierno, en versión corregida y aumentada. 

Era primer ministro el ex congresista fujimorista Carlos Ferrero-Costa, y el presidente Toledo estaba en cuestión por su caso de firmas falsas.  

Consideramos este documento una fuente importante para hacer un balance de su supuesto ideario político y los cambios que, en teoría, propugnaba. 

JMC: Comandante Ollanta Humala, como está.

OH: Buenas tardes, estoy bien.

JMC: Recuerdo que cuando usted tuvo una actitud de rebelión, yo le entrevisté. Soy Jesús Miguel Calderón.

OH: Como está.

JMC: Hablé con usted y estaba al interior de la mina con un grupo de reservistas. Ahora su hermano ha protagonizado una acción no similar, pero ha tomado una comisaría en Andahuaylas. ¿Usted conocía de esta actitud asumida por su hermano?

OH: Bueno, primero en Toquepala estuve con soldados y reservistas. No sólo reservistas. Era una unidad militar que acantonamos en Toquepala.

Yo he emitido un pronunciamiento a raíz de mi pase al retiro, he hecho un análisis de la situación del país, y me han dicho que ya es público.

En este pronunciamiento, valga la redundancia, me pronuncio a favor de la recuperación inmediata de la soberanía popular, quiere decir que respaldo el artículo constitucional sobre la insurgencia popular. Creo que la situación del país, debido al mal gobierno y a la alta corrupción que se está dando, y a la falta de autoridad, ha llevado a la nación a una situación extrema, que hace peligrar su futuro como nación soberana.

En ese sentido, respaldo la acción política de mi hermano, que es una insurgencia popular. Los detalles no los conozco: me enterado por los medios, porque estoy en Seúl. Para ustedes es de día, para mí es de noche. Aquí son más o menos las 3 de mañana.

Si ha sido una comisaría o una prefectura, no lo sé, pero respaldo la acción política, e igual la respaldaría si el gremio de periodistas toma una acción viril y toma una estación de radio, y exige la renuncia del presidente y que les devuelva su soberanía, porque fueron estafados.

JMC: La diferencia es cuando se utilizan armas.    

OH: Claro, es que son reservistas, militares, han combatido. Si fueran escritores, se rebelarían con la pluma. Si fueran curas, en su sermón del domingo. Ellos son militares. Eso es lo que saben hacer.

JMC: Yo le he escuchado en alguna oportunidad, y creo que hablé con usted, durante su levantamiento del sur, que usted no estaba de acuerdo con el derramamiento de sangre, y no podía avalar este tipo de acciones. Ni usted ni yo. “Ni ustedes los periodistas”, dijo en aquella oportunidad, pero en esta oportunidad sí ha corrido un poco de sangre, y hay dos personas, un policía y un integrante del movimiento etnocacerista gravemente heridos. ¿Cómo analiza este tema?

OH: Bueno, fíjese, yo me mantengo en mis principios. Ni Antauro, ni usted, ni yo avalamos acciones donde corra sangre. Esos son hechos fortuitos. Entendamos bien las cosas. Es como que en esa acción una persona se cae del segundo piso y se rompe la cabeza. Entonces no cabe la pregunta si yo avalaría roturas de cabeza. Yo avalo la acción política, ahora esas cosas de detalles las lamento mucho. Mi hermano es el primero en lamentar esas cosas. El no ha querido-estoy seguro- que haya derramamiento de sangre, pero toda acción conlleva un riesgo, no dependen de él, por más que prevenga todas las cosas, porque él no puede prever lo que hacer la otra parte. Eso habría que verlo en las investigaciones después que se arregle este problema. Esa es la parte coyuntural, no la parte de la acción política en sí que es la insurgencia.

JMC: Usted le llama acción política. Hemos tenido reacciones sobre el particular. El presidente del Consejo de Ministros ha calificado de subversiva la actitud de su hermano, y en fin, se van a tomar medidas. Un fuerte contingente policial está viajando…

OH: Claro, el premier está defendiendo su chamba, al presidente, que no se manifiesta. No se sabe si estará despierto. ¿No? El premier también defendió a Fujimori. Es uno de los políticos más hábiles que hay ahora, es como un fuché. Ha subsistido a una serie de gobiernos, y en buenos puestos, no en cualquier puesto.  Ahora es el premier de este gobierno, y dice subversivos como en una época se calificaba a los apristas de subversivos.

El problema es que puede parecer subversivo ahora, pero viéndolo en un proceso histórico no son subversivos, son patriotas. Son gente (sic) que está tomando una actitud viril de defenderse porque han sido estafados por este gobierno que defiende el premier. Se está pidiendo la renuncia del presidente, que ha perdido toda legitimidad. Basta ver las encuestas de opinión, y a la gente en la calle cómo despotrica del presidente. Basta ver sus acciones. Moralmente el hombre está descalificado también. En su vida tiene un problema de moral. Lo han obligado a reconocer a su hija. Son acciones que lo van derrumbando poco a poco en su imagen, y en la parte legal que es de lo que se agarran (sic) ellos, está al margen de la legalidad, porque no ha defendido la constitución legítima, que es la del 79, y está gobernando con una constitución que la hicieron ex profesamente Montesinos y Fujimori, ¿no?

Por otro lado, la casta política nos está vendiendo esa idea que está circulando, que defender a este señor es defender el sistema: identifican a este mal presidente con el sistema democrático. Nadie duda- lo dicen los mismos políticos- que este señor es un inepto para el cargo, pero en contradicción dicen hay que mantenerlo. Es una contradicción que no se puede entender porque al final el costo de esos errores es que va a seguir cometiendo los asume el pueblo, los políticos no porque ellos como congresistas ganan muy bien, no tienen ningún problema, y están esperando nada más que se retire este señor para nuevamente repartirse nuevas cuotas de poder, la administración del país.

JMC: ¿Esa es una nueva manera de ver la democracia?  

OH: Sí, creo que al pueblo peruano le han robado la democracia auténtica que prometió Toledo el año 2001, entonces lo lógico es que si usted compró, por ejemplo, una botella de Coca-Cola y le vino agua sucia, lo lógico es que usted se sienta estafado y tenga que reclamar eso. Ahora, depende de cada uno. algunos se la toman, otros la botan calladitos a la basura, y otros van y reclaman su plata.

JMC: Pero otros van y reclaman legalmente, y ustedes podrían haber armado su partido político, participar en las elecciones y el público si lo consideraba posible, votaba por ustedes.

OH: Bueno, son formas creo que el movimiento de mi hermano también ha entrado en ese terreno, pero la legalidad en el país es…creo que usted conoce, no estamos hablando de Suiza. Estamos hablando del Perú y cómo es la legalidad.

Hay indicios razonables para pensar que ha habido un fraude en la recolección de firmas no sólo de Perú Posible, o País Posible en esa época, sino de otros movimientos.

Entonces la legalidad es para el ciudadano de a pie, al ciudadano de a pie le aplican la ley. El que no es ciudadano de a pie, el que tiene su compadre arriba, tiene sus amigos por ahí. Ëse está al margen de la ley. Eso es corrupción.

JMC: Comandante, permítame una curiosidad periodística…

OH: Dígame.

JMC: Lo escuché decir “el movimiento de mi hermano”. ¿Ese movimiento etnocacerista es de su hermano, no es suyo?

OH: No es de mi hermano, es de los peruanos. El problema es que hay que ser exactos, hay que reconocer los méritos también de cada uno, y en mi caso yo he estado en actividad todo este tiempo. Recién estoy un día expulsado del ejército, diplomáticamente vía renovación, invitación por un general ilegítimo que ha recibido su galón de general de brigada de manos de Montesinos en el SIN, tiene su vladivideo y ahí se escucha todo un diálogo bochornoso.

Ese señor es puesto por el gobierno como Comandante General para humillar y vejar a la Fuerza Armada, ¿No? Entonces este señor a mí me ha pasado al retiro, recién tengo un día de retirado. Hasta ayer estaba en actividad, y mientras he estado en actividad, como es mi manera de ser, he sido leal con mi institución, y esa lealtad pasa por no meterme en política. Mal haría yo en decir que yo he estado en todas estas cuestiones políticas, no lo he estado. No podía estarlo, por mi situación de actividad.       

JMC: Usted en las próximas horas debe retornar al Perú. ¿A qué viene al Perú?

OH: Porque soy peruano, y vivo allá. Y otra cosa más: yo retorno al país porque en mis más de 20 años que tengo en el ejército, lo que ha sabido hacer es servir al pueblo. Servir a mi país como soldado. He estado en la Selva, en la Sierra, en la Costa. En unidades de frontera, en zonas de emergencia, etcétera. Eso es lo que sé hacer. Soy servidor del pueblo, de mi país. Soy como un buey que ha aprendido a hacer surcos. Por el momento no sé hacer nada más que hacer surcos.

Entonces, cuando voy a mi país para tratar de impugnar esa orden ilegítima de este general que para mí está descalificado moralmente para ese puesto, porque yo me considero oficial en actividad, y él debería estar en retiro, pero la legalidad de la que usted me habló pone las cosas al revés. Los generales montesinistas están comandando la institución, y los que defendimos la institución estamos fregados. Nos botan del ejército. A los del 13 de noviembre no les reconocen siquiera sus años de servicios. Entonces, eso es lo primero que deben hacer. Voy a defender mi situación dentro del ejército.

JMC: ¿Y cómo va a defender su situación dentro del ejército? ¿Con qué armas? ¿Con qué instrumentos?

OH: Bueno, en principio mi primer paso ha sido con el pronunciamiento que he hecho en el cual desconozco esta orden írrita de un general montesinista.

JMC: Correcto.

OH: Y bueno, voy a tomar acciones legales al respecto. En el caso que los malos venzan, los ilegítimos venzan, y se adueñen de la institución probablemente entre en política.

JMC: Probablemente entre en política… ¿Y qué significa entrar en política para un hombre como usted, que es militar, se viste así, y se forma así, y se comporta así?

OH: No lo entiendo ¿Cómo me comporto así?

JMC: ¿Qué significa para usted, un militar, hacer política?

OH: Bueno, no le entiendo bien su pregunta.

JMC: Me imagino que usted va a organizar un partido político, o va a hacer lo que su hermano hace hoy. La pregunta es muy clara.

OH: No sé a qué quiere decir cuando habla de que “va a hacer lo que su hermano hace hoy”. Suena un poco peyorativo.

JMC: No, no estoy empleando un término peyorativo. Nos conocemos y sabe usted que no empleo ese tipo de términos.

OH: Perfecto.

JMC: Simplemente le digo si va actuar como su hermano, si va a usar sus recursos para ingresar a una comisaría para llamar la atención de lo que está ocurriendo. ¿Qué va hacer usted, va a armar un partido político?

OH: Bueno, por partes, primero. Primero voy a definir mi situación en el ejército, y si logro yo que yo considero legítimo ¿no? Hacer que este general de un paso al costado e reincorporarme seguiré mi vida militar, y si no veré que es lo que hay quedar viendo el Perú acá. La verdad estoy un poco lejos. Quiero pisar tierra para ver qué es lo que hay que hacer en el país. Ahora, eso pasa por, puede ser, servir de engranaje o servir a la unificación de un frente con el movimiento etnocacerista, o apoyar como lo ha puesto por escrito cualquier movimiento de la población por el reclamo de su soberanía, vía insurgencia popular, yo encantado también plegaría mi apoyo.

JMC: ¿Qué sintió usted cuando a este movimiento etnocerista lo compararon con Sendero Luminoso?

OH: Bueno, no me escandalizó, porque en su momento, porque por ejemplo le digo si usted ve la historia  del país verá que también al APRA, al momento de buenos apristas como Haya de la Torre los compararon con terroristas, ¿No? Acuérdese que los han metido en el frontón, los han deportado, Haya de la Torre estuvo cinco años metido en la Embajada de Colombia, entonces son los procesos necesarios cuando realmente surge un movimiento que quiere cambiar al país.

Entonces, es así. Lo que hay en el poder van a ridiculizarlos, los van a tildar de terroristas, porque la gente es renuente al cambio, y tal como está la situación política, la clase política no quiere cambiar en nada. Bueno, es como el Club Nacional. Ningún partido debe entrar ahí.

JMC: Ya que usted apela a la historia del APRA, el APRA en algún momento tuvo que pasar a la clandestinidad, o algunos de sus personajes. Usted cuando venga al Perú va a dar la cara, o en algún momento ha pensado también pasar a la clandestinidad. Se lo pregunto ahora, porque de pronto va ser difícil hablar con usted.

OH: De repente voy a estar en la clandestinidad ja ja. Yo le pregunto por qué tendría que estar en la clandestinidad. En todo caso, que Toledo esté en la clandestinidad con su premier.

Cuando termine su gobierno, vía renuncia o logre salirse con la suya y termine en el 2006 van a tener que asumir su responsabilidad frente al país, de todos los errores que han cometido, sean premeditados o por ignorancia.

JMC: Comandante, muchas gracias por aceptar la entrevista. Muy amable.

OH: No, de qué.

JMC: Hasta la próxima.

OH: Hasta la próxima