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Política:al sobresalto

Gracias a la ilegal e inconstitucional acción del expresidente Castillo, que ha detonado esta crisis, los peruanos vivimos sobresaltados, esperando que la violencia amaine y se restablezca la paz social. Fuente: tvpe

"No podrás cenar sin tus noticieros/no podrás hacer tu digestión si sobresaltos, no podrás meter las manos en el cenicero..."(Soda Stereo). 

 

Deberíamos estar acostumbrados, pero no. Finalmente, ya nos hemos acostumbrado a la violencia, a la corrupción, y a la incompetencia. Pero existe algo más a lo que no podemos, o no deberíamos habituarnos: al sobresalto, esa conmoción al saber que algo dramático que ocurre en nuestro país, como por ejemplo, en las últimas elecciones donde un grupo de peruanos emitió un voto “digno” o no votó. Quizá ahora deba realizar una profunda reflexión, sin que eso signifique santificar a otros. 

Hace muchos años comentamos lo ocurrido en torno a la asonada de Antauro Humala, hoy, curiosamente, suelto en plaza y ridiculizado por el pueblo.

El sobresalto que mencionamos, como se infiere, está vinculado con nuestra azarosa política, donde sus protagonistas hacen de todo, menos realizarla con algo de ética y eficacia. Vivir al sobresalto significa estar tenso, ansioso, no comer tranquilo, no poder dormir en ocasiones, trabajar prepocupado. Pero claro, los políticos viven tranquilos porque los toleramos y -algo más grave aún-los mantenemos. 

Al sobresalto nos tuvo Ollanta Humala, el propio PPK, Vizcarra, Sagasti y ahora el pseudo golpista pero si autoritario Castillo. Estar al sobresalto implica estar concentrados en nuestro trabajo y/o en nuestra vida, y enterarnos que tal comisaría fue tomada, que el peor candidato fue elegido, para luego convertirse, probablemente, en el peor de nuestra historia. Y vaya que ha tenido competencia.

Castillo tiene muchos anticuerpos- la mayoría de los cuales los ha generado el mismo- desde que nombró a personajes como Héctor Béjar como ministro de Relaciones Exteriores, Walter Ayala en Defensa, y en la serie de personas que designó. El asunto es grave, porque estas decisiones hacen-más aún- ineficientes al estado. Ya que hablamos de Castillo, el sobresalto generado es inmenso, por su acción, y porque el grueso de la mayoría no está con él.

Sin embargo, gracias a su ilegal e inconstitucional acción, que generó esta crisis, los peruanos vivimos sobresaltados, a la espera que se nos informe de que se restableció el orden interno, algo que el ciudadano no suele percibir, y que al estado peruano le resulta difícil de lograr. ¿Qué tan complicado puede ser restablecer el orden resulta en todo este penoso episodio, apurar el adelanto de elecciones, y realizar unas reformas que garanticen un sistema político más honesto, mínimamente eficiente? ¿ Existe voluntad política del Congreso para cumplir con su parte? No lo decimos por hacer cargamontón, pero hasta ahora no lo vemos. 

Pareciera pues, que estos pseudo políticos del gobierno y la oposición tienen la intención de mantenernos al sobresalto. Que prendamos los noticieros, y seguir viendo en esta ocasión, circo y sangre, desgraciadamente.

Aquí lo dejamos. Hay rumores de un toque de queda.