< Detras de la cortina

Educación ¿Sin futuro?

Alvin Tofler afirmó, alguna vez, que el conocimiento es la fuente democrática de poder. 

Como todos sabemos en esta era del siglo XXI, el conocimiento es un nuevo factor de producción. Como es lógico, hoy en día el trabajo basado en el conocimiento desplaza al manual. Según datos históricos, en 1881, 9 de cada 10 trabajadores realizaban trabajos manuales y para el 2011, fue 1 de cada 10. 

Esto implica que nuestra juventud debe prepararse con una educación con conocimiento rigurosa, para poder obtener mayor productividad, que implica formación académica más experiencia, y se traducirá finalmente en el incremento de su bienestar familiar y de la sociedad en su conjunto. 

Sin embargo, es extremadamente preocupante que según los datos publicados de la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) 2012, elaborada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) nuestro país ostenta, el último lugar de los 65 países participantes en matemáticas, ciencias y comprensión lectora. Aquí existe un enorme desafío nacional que debemos enfrentar, con prudencia y rapidez, en especial con la educación pública en la zona rural y urbana marginal pobre y pobre extrema.

En nuestra educación universitaria hay hechos raros que llaman poderosamente la atención. Por ejemplo, en el Perú tenemos 129 universidades, sin embargo, Inglaterra tiene 80, ¿A qué se debe esto? En esencia necesitamos construir y/o replantear un plan educativo público de calidad, con objetivos y metas claramente identificables, y aplicable a nuestra realidad en el mediano y largo plazo. 

Todo lo acotado es una alerta que confirma, que tenemos como uno de los problemas más importantes, la debilidad en nuestro sistema educativo, lo que se traduce en los resultados del PBI a nivel microeconómico y macroeconómico. Es decir, no poseemos el capital humano suficiente, ni la productividad necesaria para que nuestro P.B.I crezca en el futuro de 5% a 7%, y continuar reduciendo los índices de pobreza. Por el contrario, podemos llegar al 2% y 3% lo que sería un escenario desfavorable para el mediano y largo plazo 2016 - 2020. 

Recordemos que el gran político Major R. Owens decía: Nuestro crecimiento futuro se basa en la competitividad y la innovación, las habilidades y la productividad... y estos a su vez se basan en la educación de nuestro pueblo. 

Pongámonos de acuerdo por lo menos en algo trascendental, y tomemos medidas radicales para eliminar y clausurar los centros educativos donde se trafica con el “conocimiento”, como las mal llamadas “Universidades del Futuro”, que regalan títulos universitarios o se titulan fácilmente.

*Economista