< Detras de la cortina

¿Qué dice el ministro?

Lench considera que el nuevo titular del MEF debe dar a conocer su estrategia frente a la crisis.

Siempre es importante que el ministro de Economía sea una persona de prestigio y probidad reconocida, que conozca bien el mundo exterior y que sea reconocido en ese mundo.

Además, debe demostrar habilidad técnica y autoridad moral para explicar al pueblo nuestra real situación económica y que los problemas se pueden superar con honestidad. Pero depende que se priorice bien los problemas y los diagnostique con racionalidad trabajando concertadamente en sus soluciones a través de una política económica que atraiga la inversión privada.

El flamante titular de Economía, Waldo Mendoza, ha manifestado que la recuperación económica va a venir, en principio, por el impulso que va tomar la inversión pública, pero esto no es tan fácil, puesto que los proyectos son pequeños, y los grandes están, como hemos dicho antes, ahora paralizados por la pandemia, y antes por la judicialización y arbitrajes de los mismos. 

Mendoza ha insistido en la idea que el crecimiento para el próximo año puede ser del 10%, pero en su entusiasta análisis omite prácticamente el aspecto político. Como la inversión es un asunto de confianza, la preocupación está en el campo político, que no es capaz de generar la credibilidad necesaria. Los problemas políticos afectan directamente al crecimiento económico. Se debe transmitir confianza al sector privado. Sin ella, se retrae la inversión y se frena el crecimiento.

El equipo económico que al parecer será el mismo, debe elaborar modificaciones que mejoren las inversiones y reestructuren el gasto improductivo que contiene el Presupuesto de la República aprobado para el 2021, con la participación del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) para determinar los objetivos y metas.

El equipo económico del MEF no solo debe estar integrado por técnicos con formación en hacer caja, sino en Planeamiento Estratégico, dirigido a cumplir objetivos y proyecciones en función al conocimiento de la realidad, y sobre este punto no se mencionado, hasta ahora, nada al respecto. 

Es necesario diseñar un buen programa económico que deberá centrarse en aumentar el gasto de inversión del Gobierno, ofreciendo asesoría a los gobiernos locales y regionales, ampliarlo, y destinarlo a obras de infraestructura, como puentes y carreteras.

Es importante también que revise al modelo económico que se aplica, basado en la explotación y la exportación de materias primas, y se promueva otro que apoye la economía doméstica y aumente la inversión, principalmente la pequeña y la mediana, además de las exportaciones no tradicionales.

Con la actual recesión la demanda no se reactiva, el consumo interno no crece, los sueldos no se incrementan, la informalidad del empleo aumenta, y en general, la calidad de vida del ciudadano ha desmejorado ostensiblemente.

La consolidación fiscal debe venir de un aumento de la recaudación de ingresos por impuestos más qué por la reducción irracional del gasto público. Una política fiscal restrictiva debilita el crecimiento económico.

De este ofrecimiento surgen interrogantes que el Ministro de Economía y Finanzas debe responder al país; tenemos un déficit fiscal que el 2020 será del 10.7% del PBI. 

Es necesario actuar con rapidez para evitar el incremento del déficit fiscal o disminuirlo. Así mismo, resulta imperativo adoptar medidas para reducir radicalmente el gasto público improductivo, promover un aumento de la tributación de las grandes empresas, realizar una reorganización inmediata de la SUNAT y reforzamiento del cuerpo de inspectores, y también investigar grandes fortunas que no pagan impuestos.

Sorpresivamente, Mendoza comentó sobre este tema que iba a evaluar los gastos de publicidad y consultorías en el Estado. “En el Congreso, he escuchado a muchos de los congresistas quejándose del excesivo gasto que se hace en publicidad y consultorías. En el gobierno hemos dicho que nosotros no necesitamos publicidad, ni muchas consultorías. Hay que revisar”, afirmó. Posteriormente, en un medio afín-como diría Martín Vizcarra- y que ha recibido cuantiosa publicidad estatal, aclaró que "es un tema que hay que evaluar con cuidado porque publicidad, por ejemplo, puede ser sobre vacunas. Cómo no vas a hacer publicidad para vacunas?", comentó.

Y en lo que muestra un cariz de insensibilidad del gobierno, anunció que el ejecutivo planteará una acción de inconstitucionalidad sobre la devolución de aportes de la ONP. 

En resumen, no debemos preocuparnos únicamente de la Caja Fiscal, sino también de la inversión privada y la pública, para tratar de alcanzar un crecimiento económico del PBI del 5% anual, que consideramos una cifra más realista y accesible. El equipo económico debe dar a conocer la estrategia para recuperar el dinamismo de la inversión privada ahora que la bonanza de los commodities llegó a su fin.

Sobre este importante tema, en sus presentaciones, ni el ministro ni el gobierno han dicho mucho. 

*Economista