< Detras de la cortina

Política económica: hablan los que saben

Max Neef. Foto: revista Ecología Política.

Los economistas conocidos por los medios de comunicación en el Perú, dicen que el Estado planificador e interventor de fomento se agotó e hizo crisis. Por ahora sus las funciones son: a) brindar seguridad, b) justicia equitativa para todos respetando los derechos de los individuos, c) estabilidad política y económica para preservar el equilibrio macroeconómico y evitar la ideología del Estado promotor del Desarrollo. Así mismo mencionan una reforma donde se afirma que debe ser pequeño y no empresario.

Se afirma que estamos en una economía de mercado amparada por una Constitución liberal y que nos debemos preocupar del crecimiento del PBI, dicen que la iniciativa individual y no la estatal es la que decide qué, cómo, cuánto y para quien producir. Se señala que el consumidor es el soberano y el productor se dedica a servirlo. Y no debe haber reducciones tributarias ni subsidios para productores y consumidores favorecidos. Tenemos una economía sana estable y próspera. 

Se nos dice también, que el liberalismo no es una política al servicio de los intereses de grupos, sino al servicio de los intereses ciudadanos. A nadie le está permitido recurrir a la fuerza o al fraude o inducir a alguien a hacer lo que no desea. ¿Y el oligopolio de los Bancos y las AFPs?    

Pero el economista Max Neef sostiene que hay cinco postulados y un principio de valor irrenunciable:

-La economía está para servir a las personas y no las personas para servir la economía.

-El desarrollo tiene que ver con las personas y la vida, no con objetos.

- Crecimiento no es lo mismo que desarrollo, y el desarrollo no precisa necesariamente el crecimiento.

-Ninguna economía es posible al margen de los servicios que prestan los ecosistemas.

-Es parte de un sistema mayor y finito que es la biósfera, por lo tanto, el crecimiento permanente es imposible.

Por otra parte, el principio de valor irrenunciable que debe sustentar una nueva economía es que ningún interés económico puede estar sobre la vida. Si se recorre estos puntos vas a ver que lo que hoy tenemos es exactamente lo contrario.

En el Perú, además, no existe el imperio de la ley. Hay impunidad judicial, el sistema de justicia se ha convertido en un obstáculo para la competitividad, no otorga los niveles de seguridad adecuados a la inversión.         

El pueblo pide menores impuestos, apoyo al emprendimiento. Tenemos una burocracia paquidérmica compleja y trámites interminables que complican la inversión, el Estado es predatorio e ineficiente y cuando se trata de crear las condiciones para generar riqueza a través de la inversión privada, abdica de sus funciones. Hoy no se ve liderazgo, ni un norte. La burocracia usa su autoridad para maximizar sus beneficios personales, la corrupción es endémica y se promueve la desorganización de la sociedad. 

El oligopolio bancario ha tenido el 2019 una utilidad neta de S/. 9,082.3 millones de soles.

Las AFP´s tuvieron el 2018 una utilidad neta de S/. 488 millones, en el año 2019 S/.501.6 millones. El sistema no genera seguridad en la jubilación ni valores aceptables de pensiones.

Para incrementar el consumo y la inversión pequeña y mediana, cualquier gobierno debería adoptar medidas contra este oligopolio que administran S/. 179,000 millones, donde los afiliados aportan obligatoriamente y no logran una pensión adecuada.

Se debe permitir la libre desafiliación y devolución de los aportes, esta medida incrementaría el consumo, reactivaría la economía. El modelo necesita pues, urgentes cambios. ¿Estos grupos político-empresariales los promoverán? Corren las apuestas.