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Pedro Gamio:Petroperú es necesaria para la competencia y que el combustible llegue a todo el país

En las últimas semanas, en el país se produjo un intenso debate sobre Petro-Perú que hizo remecer los cimientos no sólo de nuestra - supuestamente consolidada - economía, sino también del precario sistema político.

Desde una perspectiva técnica, Pedro Gamio, ex Viceministro de Energía, catedrático la PUCP y Consultor del BID, la Embajada Británica y el CEPLAN, en materia de energía y ambiente, nos habla con pasión y claridad sobre una discusión que, por razones políticas e ideológicas, se ha venido distorsionando.

Gamio, quien participó activamente con un equipo de expertos en la estrategia de masificación del gas natural en el sector vehicular, recalca la necesidad que la petrolera estatal defina, usando una frase de moda, “una hoja de ruta”, para que se fortalezca.

Ddlc: Usted ha sido Viceministro de Energía. ¿Cómo ha observado a Petroperú y cuál es su evaluación?

PG: Veo a Petroperú como una empresa que ha recuperado solidez patrimonial, que se ubica en un lugar importante en el mercado de hidrocarburos en el país, que participa de la competencia y que ha dado pasos para inscribirse en Bolsa, lo que le va permitir, en algún momento, que sus acciones puedan ser ofrecidas al mercado y tener accionariado difundido.

Cotizar en bolsa implica tener un buen manejo corporativo, que los puestos estén en manos de personas que acrediten experiencia, exige una cultura corporativa. Petroperú en el pasado ha sido muy mal manejada, en el Perú se ha llegado a vender la gasolina a 10 centavos de dólar el galón, y eso afectó seriamente su economía. Creo que el país necesita de Petroperú, para fomentar la competencia y que el suministro de combustible llegue a los lugares más remotos del país.

Ddlc: ¿Qué podría decir sobre la construcción del etanoducto y otras medidas?

PG: Se han anunciado muchas inversiones como las del etanoducto, la modernización de la refinería de Talara, en petroquímica y una participación porcentual en los lotes que van a ser devueltos, que están por llegar a su fecha de vencimiento del contrato de explotación. Creo que esto debe definirse técnicamente, con una hoja de ruta de acuerdo a las posibilidades de Petroperú y en base a eso dar pasos firmes. No se puede abarcar todo.

En el caso de los lotes, me parece importante que participe en su explotación, porque ahí casi no hay riesgo. Veo difícil que Petroperú sea el operador, pero puede ser socio minoritario de estos lotes, buscando una alianza estratégica, que consiga socios a través de un concurso. Toda empresa petrolera debe estar integrada verticalmente. La ganancia de quien tiene integración vertical es la siguiente: si el precio promedio del petróleo es de 100 dólares el barril, el costo de producción puede ser 15 dólares, la diferencia es su ingreso.

En cambio, cuando solamente se refina, estamos hablando de un margen de refinación de 5%. Es muy diferente la ganancia de refinación al upstream, es decir a la cabeza, donde se encuentran los pozos, la producción. Petroperú está tomando una participación sin ningún riesgo, porque son pozos ya en fase de explotación.

Ddlc: ¿Es posible que Petroperú sea una empresa pequeña y eficiente?

PG: Pequeña no es, porque tiene un porcentaje considerable del mercado mayorista de combustibles en el país y tiene niveles de eficiencia, pero puede mejorar más. Su problema es que no puede ser más competitiva porque no está integrada verticalmente y necesita un manejo corporativo.

Ddlc: ¿Desde ese punto de vista, la intención del estado de adquirir “La Pampilla” y los grifos, en su opinión, contaba con alguna base técnica?

PG: Antes de realizar cualquier inversión, siempre es necesario hacer una evaluación técnica y económica, porque se trata de activos de actores que compiten en el mercado peruano, pero creo que la prioridad es modernizar lo propio y aparte de eso existen otras inversiones mucho más rentables que pueden fortalecer a Petroperú, como el caso de los campos de explotación que van a revertir y que estarían significando la integración vertical e ingresos mucho mayores de los que puede obtener duplicando su actual negocio refinero.

Ddlc: ¿Cuál es su percepción del reglamento de la ley de modernización de Petroperú?

PG: No era estrictamente necesario reglamentar la ley, porque ya existía un plan quinquenal, aprobado al amparo de esa ley y ese plan quinquenal fue ratificado. En éste plan interviene directamente la junta general de accionistas y el Poder Ejecutivo, a través del MEM. Lo que quiero señalar es que ha faltado es la voluntad política de hacer que esa ley se cumpla en el más breve plazo, logrando que Petroperú recupere la integración vertical, lo que es posible ahora por el vencimiento de los contratos de explotación, y porque ha recibido un lote sin costo alguno, el lote 64, en la selva. Hay que convocar a un concurso para encontrar socios con capacidad técnica y económica para que operen este lote y Petroperú gane experiencia y recupere la renta petrolera perdida cuando se vendieron lotes en los 90.

Ddlc: En consecuencia, usted no sería partidario de concesionarla ni privatizarla.  

PG: El ex presidente Fujimori detuvo su privatización cuando ya había vendido más de la mitad de sus activos, los más rentables, porque se dio cuenta que no se podía pasar de un monopolio estatal a un oligopolio privado. Un tema tan sensible como el precio de la gasolina y otros combustibles no podía estar en manos de dos o tres actores. Fujimori frenó el proceso para que Petroperú jugase un papel que asegure la competencia en el mercado.

Ddlc: No fue entonces, como se afirmó en esa época, por propósitos reeleccionistas.     

PG: No lo hizo, a pesar que la presión fue muy fuerte, porque se dio cuenta que el problema iba a ser mayor si es que no se garantizaba la competencia en el mercado de hidrocarburos.

Ddlc: ¿Hay alguna empresa en Latinoamérica que se pueda tomar de referencia?

PG: Ecopetrol, la compañía colombiana, que está bien manejada, con accionistas privados, accionariado difundido. Tiene un manejo muy eficiente, con manejo técnico, compite de igual a igual, con un buen manejo corporativo, y obtiene utilidades mayores a las de Petrobras, no obstante ser una empresa más pequeña. Petroperú puede tomar de ejemplo a Ecopetrol.

Ddlc: ¿Cuál es la situación de Pemex, la petrolera mexicana?

PG: Pemex tiene problemas. Es una gran compañía estatal, pero ha tenido errores y deficiencias. No se ha abierto al capital privado como el caso de Ecopetrol, que sin que el Estado pierda su control mayoritario, se asegura una buena administración.

Ddlc: ¿Cómo se maneja el negocio petrolero en los países árabes, petroleros por excelencia?    

PG: Son grandes productores con inmensas reservas, desarrollan alianzas estratégicas con empresas privadas líderes en la industria, aseguran la mejor tecnología, así son más eficientes. Optimizan su producción con joint ventures, y diversas formas de asociación pública-privada, que en el mundo petrolero también funcionan.

Ddlc: Se habla mucho de la planta “La Pampilla”, que es chatarra. ¿Cuál es su verdadera situación?

PG: “La Pampilla” tiene una deuda de por medio y requiere un presupuesto de modernización estimado en 900 millones de dólares, para que pueda producir un diesel con menor contenido de azufre (20 partes por millón de contenido de azufre, que es la norma vigente en nuestro país), y esta obligación tiene su fecha de vencimiento el 2015. Es decir, estamos hablando de un tiempo demasiado corto si es que no se ha iniciado aún el proceso.

Ddlc: ¿Está quebrada?

PG: No está quebrada, eso es un error. Aunque se prohibiera la comercialización del diesel de “La Pampilla”, se podría exportar donde no hay esa exigencia de calidad de contenido de azufre, y lo que obviamente ocurriría sería una merma de sus utilidades, pero de todas maneras tendría una ganancia. Al tema de la calidad de sus productos, que es importante, se debe sumar todo, deudas y el costo de la modernización por razones ambientales.

Ddlc: ¿Qué nos puede comentar sobre la participación de las AFPs en la propiedad de "La Pampilla"?

PG: Las AFPs son accionistas minoritarios de la refinería, y en estos años han obtenido utilidades, pero evidentemente van a correr la misma suerte que el accionista principal. Es decir, en la medida que el mercado de atención principal de la refinería se restringa o no se pueda llegar por no cumplir con el estándar de calidad que se requiere, se van a reducir sus utilidades.

Ahora, es importante que cualquier inversionista que compre la refinería, asuma el compromiso de acelerar la modernización. La refinería “La  Pampilla” es mucho más nueva que la de Talara, y el otro aspecto importante es que hay negocios rentables vinculados a la empresa como las estaciones de servicio, la venta de combustible de avión, la cuota en el mercado de GLP, y los tanques de almacenamiento. Se ha construido una capacidad de almacenamiento importante.

Ddlc: ¿Cuál es la situación actual de la planta de Talara?

PG: La planta de Talara es mucho más antigua y al no haberse modernizado, la diferencia entre construir una refinería nueva y modernizar la refinería vieja es más o menos 25%. Me siento tentado a sugerir construir una nueva planta, por el monto cada vez más alto que requeriría modernizar la refinería de Talara.

Ddlc: Es lo mismo que ocurre cuando uno está en el dilema de conservar un auto antiguo, casi irreparable y costoso, y comprar uno nuevo que no ocasione problemas.

PG: Pienso que sí, y también se requiere definir una estrategia de desarrollo de Petroperú, dentro de la lógica de un país que ha apostado por la diversificación de la matriz energética, básicamente a un elemento que es sustantivo, como el gas. Petroperú tiene que participar en la masificación del gas.

Ddlc: ¿Cuál es su opinión sobre el gasoducto del sur?

PG: Este proyecto fue aprobado por una ley que viene de gobiernos anteriores, es una promesa electoral de casi todos, pero faltan completar las reservas probadas necesarias.

Ddlc: ¿Le parece viable?

PG: Es necesario que el país avance en la masificación del gas natural. Todo el país está conectado al sistema eléctrico, se favorece con la generación térmica de gas, pero no ocurre lo mismo con los otros usos, llámese de transporte, uso industrial, o doméstico. El gas sólo llega a Lima e Ica.

Entonces, la importancia del gasoducto del sur está en que extienda sus beneficios del gas a las principales ciudades de la zona y a los grandes proyectos de minería, agroindustria, pesquería, pero para ello necesitamos definir un derrotero que sea realista. Estamos con un retraso de capacidad de transporte del sistema central del país, y todavía no tenemos las reservas de gas necesarias para concretar la economía del gasoducto del sur. Me refiero a que los programas exploratorios de los lotes 57 y 58 todavía no se han terminado. La exploración no va a la velocidad de las promesas políticas expresadas por  las leyes.

Si comienza a construirse, el gasoducto del sur, será por tramos, de otra forma se va a enfrentar forma se va a enfrentar con observaciones técnicas como no disponer todavía de las reservas necesarias (se piden al menos 5 trillones de pies cúbicos), y para hablar de reservas probadas tenemos que concluir la fase exploratoria de los lotes involucrados o a involucrar. No quiere decir que no haya gas, sino que falta confirmar su volumen en el lote 57 y 58, y también definir las posibilidades con algunos pozos pendientes de ejecución en el lote 88.

Se puede avanzar más rápidamente en sistemas virtuales de transporte de gas natural, gas natural licuefactado y también gas comprimido, combustible en base al cual ya existe un mercado inicial en la industria de Arequipa. Hay una agenda de Proinversión para que esta tecnología de gas natural comprimido llegue a ciudades donde no se conocen sus bondades. Ésa es una manera de ir generando demanda. 

Una tarea pendiente es corregir la diferencia de precios que existe en el gas regulado del lote 88. No tiene sentido ahora que el precio del gas para electricidad sea mucho más económico que el gas para transporte. Debemos hacer que el gas para transporte siga teniendo un precio promocional. Es todavía un logro modesto tener sólo 153 mil vehículos en Lima que funcionan con gas, cuando circulan más de un millón, sólo en la capital. Hay que masificar su uso en el transporte de la capital e Ica, esto va en beneficio de la economía y la calidad del aire que respiramos. 

Ddlc: ¿Qué fue del oleoducto nor-peruano, inaugurado solemnemente durante el gobierno militar? 

PG: El oleoducto nor-peruano se sobredimensionó, es decir, no se basó en reservas probadas de petróleo. Por eso es que nunca se pasó del 50% de uso de su capacidad instalada, pero de todas maneras ha sido importante para el país, porque ha permitido traer el petróleo de la selva. 

Hoy existe un proyecto en marcha, donde una empresa líder francesa está por explotar el crudo, pesado, descubierto en el lote 67, que va a permitir que con una tecnología avanzada se pueda utilizar el oleoducto nor-peruano para transportar esa producción, y el Perú entre a la era tecnológica de aprovechamiento del crudo pesado, que va revertir nuestra crisis de producción, que ha pasado de 190 mil barriles diarios a 65 mil barriles diarios, que es nuestra declinante producción actual. 

Ddlc: Pero nuestro país nunca ha sido petrolero… 

PG: Decir eso sería afirmar que somos Venezuela, Arabia Saudita o Rusia. Somos un país con recursos hidrocarburíferos, pero no nadamos en petróleo. Ése fue un sueño usado políticamente en la década del 70. Lo que tenemos hoy son recursos que debemos saber aprovechar, y aprender de países como Noruega, que emplea su renta petrolera para un fondo que promueve la capacitación de su gente y el desarrollo de energías renovables. 

De acuerdo al Banco Mundial, el 3.9% de nuestro P.B.I. está comprometido por la contaminación ambiental, es decir que tenemos un desafío por delante. Sólo en Lima se están manejando adecuadamente los residuos. En el resto del país carecemos de rellenos sanitarios, hay un problema que afecta a la salud pública, y también tenemos problemas con la calidad de aire en las ciudades, falta mejorar la calidad de combustibles, tener una flota vehicular más moderna y eficiente, para eso sirve el bono del chatarreo y racionalizar el transporte, usar combustibles más limpios, comenzar a utilizar vehículos híbridos y eléctricos. No hacerlo afecta la calidad de vida, y nos genera un sobrecosto cada vez mayor. 

Nuestro reto es aprovechar nuestros recursos naturales sin afectar las generaciones futuras, lograr un crecimiento sustentable, afianzar la gobernabilidad, con más infraestructura y educación con tecnología. No podemos darnos el lujo de paralizar el país para hacer de todo el territorio, un gran parque nacional. Ésa es una utopía.